Dazai, como de costumbre, no podía dormir.Las noches de insomnio ya eran recurrentes, pero ahora el frío le impedía ponerse cómodo
Aún con el cuarto oscuro, alcanzó a ver a Chuuya dormido hecho bolita.
Aunque el muchacho con bonito cabello temblaba ligeramente de frío, Dazai no pudo evitar sentir envidia. Chuuya dormía tan profundamente que incluso el frío polar del ártico no sería capaz de despertarlo.
Ni siquiera los objetos que flotaban por su habilidad sin control, y despues caían por la habilidad de Dazai lo despertaban.
Cansado de el frío, y preocupado de que la condición de Chuuya empeorara, se levantó a buscar otra cobija, tratando de no hacer ruido, pero tenía que ser rápido, antes de que su habilidad se volviera a activar.
Cuando regresó a la habitación, se encontró con el propio pelirrojo flotando. El castaño anulo la actividad, estando casi seguro de que la caída despertaría a Chuuya, pero no sucedió.
Se estaba hartando. Estaba acostumbrado a no dormir bien, pero al menos descansaba y estaba calido, ahora ni eso podía hacer. No estaba dispuesto a terminar como un zombie mañana solo por un enano desagradecido. Con eso y el cansancio inundando su mente, se acostó a un lado de Chuuya, con una mano en su brazo para evitar que este activara su habilidad.
Colocó la cobija encima de la cama, y se puso lo más cómodo posible, preparándose para otra noche despierto.
La cobija había suavizado el frío, pero no podía decir que había desaparecido.
Volteo a ver a Chuuya. Su cabello estaba regado por toda la almohada y algunos mechones caían por su cara. Su rostro era pacífico y de nuevo deseo poder dormir como él. Poder apagar sus mente un momento y sumergirse en el mundo de morfeo.
Inconscientemente, comenzó a armonizar su respiración con la del pelirrojo. Luego de un rato, notó el enorme silencio que había esa noche, y como de pronto sus párpados se sintieron más pesados.
Después de eso, durmió mejor de lo que había dormido en años.
💉💊💉💊
Dazai hizo una mueca cuando una luz comenzó a molestarle, no quería abrir los ojos, ni moverse, estaba muy cómodo y calientito en su lugar. Sin embargo, la sensación de un brazo moviendose en su costado lo hizo abrir los ojos con horror.
Lo primero que vio fueron cabellos rojizos y un rostro increiblemente cerca del suyo. Contuvo la respiración temiendo despertar a Chuuya y volver más incómoda la situación, aunque el chaparrito parecía muy ajeno a sus preocupaciones.
Con lentitud fue separandose del abrazo, sintiendo de inmediato el frío que aun estaba presente. El castaño tuvo el deseo de quedarse ahí toda la vida, o al menos todo el invierno. Solo hasta que el frío desaparezca.
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Gripe.
FanfictionUna cosa extraña acaba de suceder: Chuuya se ha enfermado. Pero no es la única cosa rara: Dazai, el demonio prodigio, se convirtió en el enfermero personal del pobre pelirrojo.