#12

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-Esto debe de ser una broma...-dijo cuando se acercó a la puerta.

-¿Vas ayudarme, o te quedarás ahí parado?- lo llamé. Lentamente avanzó hasta el almacén, dónde lo esperaba, esquivando el cadáver de xenomorfo que estorbaba el paso.

-_____ ¿De qué se trata esto?- me dijo Lex preocupada de ver al yautja acercarse.

-... Ambas tenemos mucho que explicar, te lo dije- pasé su brazo izquierdo sobre mis hombros tratando de que se pusiera de pie, así Suwa la tomaría del otro lado. Juntos la llevamos a la puerta del comedor- ¿Podrías hacer reconocimiento del lugar?- le pedí - lo último que quiero es que una de esas cosas aparezca, y seguir desarmada...- no me contestó, sólo activó su camuflaje y escuchamos cómo salió del lugar, así que decidimos esperarlo.

-¿Pueden comunicarse?

-Al parecer aprendieron nuestro idioma...

-¿Aprendieron?- dijo sorprendida.

-...Lex, el no es el único...hay más de ellos ...- escuché un suspiro cansado de su parte.

- ¿Sabes cuántos exactamente?

-mmmm... Por lo que pude ver ... Son 6.

-No puede ser...- comentó divertida- es demasiada...

-¿Emoción para una noche? Si, lo es.- ambas reímos, era agradable sentir algo de alivio en esta situación, de la cuál,ninguna de las dos tiene el control.

-...Joe... ¿Está bien?- le pregunté con miedo en mis palabras, temía que uno de los cuerpos que se encontraba afuera le perteneciera .

- Está a salvo, no tengo una garantía de que se encuentre bien emocionalmente, después e haber hecho que subiera al helicóptero de una patada en el trasero- Bromeó.

-Lo que le debe doler ahora es el orgullo- imaginé divertida como mis compañeros estarían riéndose de nuestro superior, pero luego pensé que eso sería en una situación normal, en algo como esto ...¿Cómo estarían? ¿Qué estarán haciendo? ¿Estarán asustados? ¿Tristes? ¿Preocupados?

-______, ...lo lamento...

-No, no te disculpes,Lex. No tienes la culpa de esto- Vi como sus ojos se cristalizaron,  aguantaba suaves sollozos y los reprimía en su garganta, pero algo del sonido escapaba por la comisura de sus labios.

-La culpa es mía... Enteramente mía- intentaba no quebrarse en llanto.

-Lex...- empezaba a dudar por la insistencia de su propia culpa- ¿De qué habl...- fuí interrumpida por un fuerte sonido de caída en la entrada del comedor.

-Todo despejado...- fué lo único que tenía intención de decir.

-Bien...- tomé a Lex del brazo y lo pasé por mis hombros- hay que llevarte a una de las cabañas... De preferencia, no la mía. Pero que esté alejada de esto...

Con pequeños saltos Lex lograba avanzar a mi ritmo. A pesar de que Suwa había dicho que estábamos fuera de peligro, no quería tentar a la suerte así que me la pasaba mirando a todo lado, agudizando mi oído a la máxima capacidad que tenía, para estar preparada para lo peor, pero no era de ayuda tener a una mujer herida junto a mi.

Después de pasar todo el campo lleno de sangre, llegamos a una de las cabañas más alejadas, en específico,la que estaba junto a la mía, pero almenos en mejores condiciones. Ayudé a Lex a subir los escalones de madera, una vez en la habitación, apreciamos cómo las cosas estaban desordenadas y desperdiciadas por doquier.

-No me sorprende... Teníamos prisa por salir de aquí...- con un último esfuerzo dejé a Lex en el catre artesanal, procurando que nada toque la pierna dañada. Una vez recostada, acomodé su almohada y la cubrí con la delgada sábana que estaba en el piso. Estaba empezando a temblar como si tuviera frío, su bella piel canela había perdido color y brillo, le toqué la frente para darme cuenta de que empezaba a subir la fiebre... Y lo que me preocupaba es si esto será por la mordida de xenomorfo, o fue debido solo a una típica infección por la herida, sumado al cansancio de estar toda la noche luchando por su vida...

Escrito en las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora