La mano del revisor se acercó a mí lenta y cuidadosamente y Cerró sobre mí aquel extraño objeto. El dolor que sentí en aquel momento es indescriptible. Era un perforador. Dos grandes agujeros quedaron en mi paplel, bestigio del que había sido el peor momento de mi vida. El revisor devolvió mi perforado cuerpo a ken, que una vez más, me retornó a la oscuridad de su bolsillo, esta vez rebestida con un mayor dolor y amargura. Pasé haí más tiempo aún o menos, no lo sé. Lo que si recuerdo es que fue la primera vez que experimenté el verdadero dolor y angustia.
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historias de un billete de tren
Adventurela emocionante historia de un billete de tren.