cap 3: una amenaza inesperada

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cuando ya habia perdido toda esperanza de salir de de aquel oscuro agujero, los dedos de ken se deslizaron por el bolsillo asta mí y me cojieron, y al sacarme lo hizop mucho más rápido que nunca, en un segundo ya estaba suspendido en el aire entonces lo vi, mirándome con una cara de deseo un hombre de unos beintitantos con un uniforme azul chillón, con una plaquita que ponía, revisor jorge moniolio y un extraño artefacto de metal en la mano, como una grapadora pero más pequeña y alargada.

—¿y bien?—dijo jorge con con prisa pero sin apartarme esa perturbadora mirada.

—tome, tome— dijio ken, y al ser la primera vez que hoí su voz ovservé su acento americano. Me dió al hombre, que me cojió con menos cuidado si cabe, y me puso a la altura de sus ojos, sujetándome con una mano a cada lado y obserbó cada milímetro de mi papel. Pero después un gran temor me recorrió, me soltó y con la otra mano cojió el extraño artilujio y lo dirgió acia mi. cada vez estaba más nervioso, ¿que quería acer ese revisor? Nada bueno, pensé. A Cada centímetro que la erramienta avanzaba, el pánico más me invadía.

historias de un billete de trenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora