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Bueno, hoy me encontraba limpiando mi habitación, pero no en el sentido higiénico, me refiero al sentido espiritual.
Hace unos años, la médium que tomó el caso mi familia, me dijo que el olor a putrefacción se puede relacionar con la presencia de entes demoníacos.

Encendí un incienso y abrí las ventanas para intentar liberar el lugar, por el momento me encargaré de limpiar mi habitación y más tarde limpiare el resto de la casa.

-Cielo, ¿y esto qué es? -entro mi mamá a mi habitación con la tarjeta que me había dado Lisa hace unos días.

-Oh, es una tarjeta que me dió una vecina, por si quería visitarla a ella y a su hijo, se supone que es de mi edad, pero no he tenido tiempo de ir.

-¿Cómo? Debiste decirme antes, haré unas galletitas para que los visites y se las regales.

-Uhh, bueno, cómo quieras.

Mi mamá es muy sociable, a diferencia de mi y de mi papá, pero bueno, no hay gran problema.

Pasó un rato y mi mamá regreso a mi cuarto con una canasta de galletas envueltas en un papel decorado y una tarjeta.

-Cielo, aquí están las galletas, te deje unas en el horno por si quieres comer más tarde.

Le agradecí a mi madre y tomé la canasta para dirigirme al apartamento.

Cuando llegué, toque la puerta, y a los segundos escuché un grito.

-¡Ya vooy!

Un chico alto y de pelo castaño y largo abrió la puerta.

-Amm hola, me llamo Mara, Lisa me dijo que pasará a saludar, soy nueva en el edificio así que les traje galletas. - dije con los nervios a punta.

-Oh, hola, me llamo Larry. - me dijo amablemente- pasa, gracias por las galletas.

Entre mientras mi mano derecha rasguñaba mi mano izquierda por los nervios.

-Un segundo, vamos a mi cuarto, allá está mi amigo, estoy seguro de que te va a agradar.

No es por nada pero que un chico que acabo de conocer, me invite a su cuarto donde hay otro chico que tampoco
conozco, no me parece la mejor idea; apreté los puños por cualquier cosa y pensé en como defenderme en caso de que sea necesario.
Normalmente no entraría pero soy tan tímida que no pude negarme.

-Hey, Sally, ven a saludar a Mara.- ahh, es el chico de la otra vez, el de la máscara.

-Hola. - me dijo con todo el ánimo del mundo (nótese el sarcasmo)

-Hola. - le contesté con la misma energía de antisocial.

-Ahh bueno, voy a ver si está mi mamá, no se emocionen demasiado, "chispitas". - nos dijo a ambos.

-...

-...

-Y... ¿entonces se decidieron por este lugar?

𝘎𝘩𝘰𝘴𝘵𝘴 𝘈𝘯𝘥 𝘐𝘥𝘪𝘰𝘵𝘴 | 𝘚𝘢𝘭𝘭𝘺 𝘍𝘢𝘤𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora