ONE SHOTS AU sobre el JeanKasa

Te elijo a tí...

Año 853

Mikasa:

Aún recuerdo aquellos días despues de nuestro viaje de infiltración al continente, todo parecía tan tranquilo en el interior de la Muralla Rouse ahora que por fin habíamos logrado recuperar la muralla María hace años, y la gente poco a poco volvía a habitar lo que alguna vez fue su hogar.

Me encontraba en uno de los balcones del cuartel general de la legión de reconocimiento, era una noche especialmente tranquila. El clima era bastante agradable, la brisa de verano se sentía bastante agradable sobre la piel, y hacia ondear mi cabello hacia atras.

Desde hacía ya unas semanas por alguna razón que aun desconocia, había desarrollado la costumbre de observar la ciudad desde lo mas alto del cuartel. La vista era increible, me encantaba poder ver esa luna tan resplandeciente, junto con el hermoso azul del cielo y el brillo de las estrellas, hacian que aquel paiseaje se volviera terriblemente hipnotico. 

Un paisaje que me transmitía una paz indescriptible. Un paisaje que por un momento me hacia olvidar el infierno de la guerra de ahí afuera.

Pero... ¿Que sentido tenía esta maldita guerra? 

Los Eldianos no eramos demonios como Marley le habia hecho creer a su pueblo durante decadas. Y los Marleanos tampoco eran malas personas, eran gente común y corriente igual que nosotros, gente que por el simple hecho de haber nacido en donde el destino lo quiso, tenian ideas totalmente erradas del mundo que los rodea.

Todos ellos, al igual que nosotros tienen familias que los aman, niños inicentes que nada deben para tener que estar en medio del fuego cruzado. Gente que por el adoctrinamiento de su cruel y nefasto gobierno creían que eramos unos mounstros.

¿Había alguna manera de convencerlos de que no eramos malas personas una vez que esas ideas ya estaban implantadas en su sociedad?. No, ya no lo creo.

Al observar la hermosa ciudad frente a mi, hubo una cosa que llamo mi atención. Se trataba de un bar, uno del que provenía una musica increiblemente agradable. La gente bailaba y se divertía con el ambiente que se respiraba dentro del lugar.

Sin asimilarlo un sentimento de envidia se apodero de mi como una ola. Eran civiles que solo se limitaban a vivir su vida disfrutando los pequeños momentos de felicidad que se les presentaba. Desaba tanto poder estar en una de aquellas fiestas, y poder olvidarme por un momento de todo lo demas. Ansiaba poder vivir mi vida como cualquier otra adolescente de mi edad. Sin preocupaciones, ni responsabilidades.

Pero era algo que solo podía admirar a la distancia. No podia ir mas alla del cuartel en busca de aquellas diversiones. Así que solo me limite a disfrutar de la musica y de las risas y gritos de emocion de los pueblerinos.

Un sonido me saco de mis pensamientos. Alguien parecía estar subiendo las escaleras en direccion al balcón donde yo estaba. 

En un inicio preferí ignorarlo, pero una masculina y grave voz que conocía me hizo regresar a la realidad. Puede que todo comenzase precisamente en esa noche en particular 

-Mikasa

Al voltar pude ver de quien se trataba.

-Hola Jean- respondí

-Buenas noches, la comandante Hanji me dijo que te diera esto- me extendio un pequeño sobre con mi nombre grabado en el.

-Que extraño... ¿Sabes de que se trata?