Pasaron las horas, ni Segurito ni Dami contestaban las llamadas, dejando muy preocupados a todos, algunos más que otros. Monstruino cree que es su culpa por hablar de más, Gastón teme que algo algo malo le pase tanto al robot como a al chico de gafas, y Rita teme que su novio salga herido del problema en la que ahora está.
Guaripolo va a ver qué ocurría, la tardanza de su hijo de cierta forma lo preocupó, y al explicarle lo sucedido hasta el momento este llega a preocuparse también por sus vecinos, a pesar de las discusiones que tuvieron en el pasado.
Pasa el tiempo, no hay pista de Segurito o Dami, preocupando más a la familia, que por no resistir más estuvieron a punto de llamar a emergencias, siendo un esfuerzo inútil, ya que cuando Rita empieza a marcar esta se detiene al escuchar la puerta abrirse.
Era Segurito, pero no parecía él, su mirada reflejaba tristeza y pérdida.
Detrás de él, un robot desconocido mira a todos los presentes, dejando confundido a estos últimos.
—Segurito ¿Estás bien? —preguntó preocupado el adolescente peli-naranja.
—Bla~ah ¿Qué wea trajiste?
Segurito los mira a todos, sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas, desviando su mirada— Él es DM400 —contesto para después tomarse un momento para calmarse y poder decir las palabras restantes—. Es Dami.
Todos al escuchar eso se quedan atónitos, no podían creer que ese robot enfrente suyo es el maniquí de prueba robótico.
—Dami ¿Es cierto que eres tú? —preguntó aun atónito el adolescente.
—Yo soy DM400 ¿Como te llamas jovencito? —preguntó con educación al joven, su voz no había cambiado, pero parecía no reconocer al niño que había criado.
—Soy Gastón ¿Acaso no me recuerdas? —pregunto muy afectado por el cambio mirando a Segurito en búsqueda de respuestas.
—Lo siento, por lastima no tengo las memorias de mi antecesor, pero prometo ser igual o mejor que el antiguo robot familiar. —Esas palabras destruyen a todos, en especial al adolescente, que no puede evitar dejar caer unas lágrimas.
—Bla~ah. Vamos, Dami, solo nos juegas una broma, eres un tonto, deja de hacerlo, asustaste a GJ.
—No sé de qué está hablando, señor, yo no estoy programado para hacer chistes de esta índole. —hablo de forma monótona y vacía el robot, dando a entender que ese Dami que todos conocían se había ido.
—Papá, vámonos. —le pidió el adolescente a Guaripolo, mirando el suelo sin dejar de soltar lágrimas.
—Bien, vámonos. —accedió a la petición de su hijo, yéndose del departamento de sus vecinos.
Monstruino hace lo mismo desconociendo por completo al robot, a tal punto de temerle, despidiéndose de Segurito, quien al verlo irse va a abrazar a su novia destruido.
Segurito había perdido a su mejor amigo, y no había forma de recuperarlo, algo que lo aterraba cada vez más, llorando en los brazos de su pareja, pidiendo despertar de aquella pesadilla.Esta historia continuará…
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El Cambio (Canon) Segurito y 31 minutos (Hiatus)
FanfictionUna historia en donde los protagonistas no serán los tres mismos trabajadores del canal de siempre, sino del personaje más seguro del Titirilquen, su amigo androide y su escandaloso vecino junto con su tranquilo hijo. juntos vamos a explorar a esta...