31: Maria Dalif

811 89 5
                                    

" Mierda Sirius, ya eres todo un mujeriego

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

" Mierda Sirius, ya eres todo un mujeriego. "

˚*✩•°˚*✩•°˚*✩•°˚*✩•°

CIERTAMENTE, SRIUS NO sabía mucho sobre besos, pero estaba seguro de que eso que había sentido al besar a la chica no era amor ni nada parecido. Él ya se había besado antes con Marlene pero con nadie más y no tenía mucha experiencia en ese aspecto; sin embargo, aquello, le gusto, tenía que repetirlo pronto. 

El chico se separó de la chica cuando ninguno de los dos tenía aire en los pulmones. La miro unos instante. Su cabello rubio estaba completamente despeinado y su labial rosa estaba esparcido por todo el contorno de sus labios. Su ropa estaba mal puesta y su corbata desabrochada. Estaba demasiado desprolija, probablemente yo estoy igual o peor, pensó Sirius. No sabía como ella había llegado a estar así, no sabía si lo había ocacionado él o si fue ella misma. 

La chica le mantuvo la mirada con una gran sonrisa. 

—Deberíamos repetir esto, ¿verdad Sirius? —le preguntó con su voz aguda. 

Él asintió, no recordaba su nombre. 

—Debo irme, dime cuando quieres repetirlo —le dijo ella, alejandose del cuerpo del chico. 

La rubia volteó una vez a mirarlo con una sonrisa y luego continuó con su camino hacia su compartimento. 

Sirius imitó su acción y comenzó a caminar para el otro lado, para donde estaban sus amigos. Al pasar por al lado de una puerta, logró observar desde la pequeña ventana a Sabrina junto a su hermano y su prima. 

¿Desde cuando ella y Narcissa se llevaban bien?

Se la quedó mirando cuando ella dejó salir una carcajada por algo que había dicho la rubia. Sabirna se puso una mano en el estómago y se hecho hacia atras, tratando de recuperar su respiración. 

Sirius no pudo evitar sonreir ante aquella imagen de la chica. Regulus a su costado también reía, pero frenó al notar la vista de su hermano puesta en su mejor amiga. Ciertamente Sirius no había notado su mirada, ya que seguía sonrierndo hacía la castaña con ternura y admiración. El chico llamó la atención de su prima y le señaló a su hermano parado delante de la puerta del compartimento. Por unos instantes, Narcissa sonrió, pero luego borró su sonrisa y se puso seria. 

Regulus enarcó una ceja en dirección a Sirius y este apartó la mirada de la chica de inmediato para mirarlo a él y a su prima, que lo miraba curiosa. 

Narcissa se le levantó de su asiento cuando Sabrina dejó de reir y abrió la puerta dle compartimento, encarándo a su primo. 

—¿Se te perdió algo, Orión? —le dijo con malicia y una sonrisa socorrona dibujada en su rostro, que sólo Sirius logró ver. No comprendía a que venía eso. 

𝐔𝐍 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐙 | Sirius Black | © EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora