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—hijo debes comer—mi abuela había llegado a mi habitación

—¿por qué el amor duele tanto? —decía llorando entre sus brazos

—porque para que puedas sentir debes primero sufrir. Así es como conocerás el amor—acarició mi cabeza

—tu crees que por ser lo que soy jamás nadie me va amar—suspiro

—claro que no hijo, tu eres una persona maravillosa, y tus preferencias no tienen nada que ver en eso—siguió acariciando mi cabello

—pero siempre me pasa lo mismo, o no son homosexuales o solo juegan conmigo para descubrirse —levanto los hombros

—es lo que te estoy diciendo, tienes que sufrir para poder amar, cuando de verdad conozcas el amor creme que jamás querras soltarlo—se quedó conmigo hasta que me quedé dormido.

***

A la mañana siguiente Emilia llegó muy temprano, bueno para mi era temprano, había llorado toda la noche y no había dormido nada.

Pasaban las tres de la tarde y Emilia seguía brincando en mi cama.

—Ay ya Agustín, no voy a dejar que sigas así—Emilia me jalaba de las manos para levantarme de la cama

—pero no quiero ir, no tengo ganas de ir

—Daniel quiere que pasemos tiempo con él y su primo, hazlo por favor—jalo más fuerte

—de acuerdo, pero no más salidas—me levante y me fui a la ducha, mientras Emilia festejaba.

Cuando Salí de bañarme Emilia no estaba por ningún lado, así que supuse que estaría con mi abuela.

Me vestí y baje.

Dicho y hecho ya estaban comiendo.
—no se supone que comeríamos con
purre—negué y me sacudí el cabello con la mano

—es que a la comida de tu abue no se le puede decir que no—hace puchero

—¿a que horas tenemos que estar allá?—mire el reloj

—a las 4, siéntate, aún alcanzas a comer—señalo la silla de su lado

—No cambias—reí y mi abue me sirvió de comer.

****

—¿y a dónde tienen pensado ir?—dijo emilia con entusiasmo
—pues vamos a ir al campo—sonrió purre

—ay no, un partido de fútbol que aburrido Daniel, ¿yo que voy hacer?

—echar porras—río Gibran

—pues ya que—se cruzó de brazos y caminamos hasta el campo.

Cuando llegamos al campo teníamos que cambiarnos de zapatos, así que nos sentamos en una banca y me los cambie, pero a la mete se me vino Julián, no podía dejar de pensar en él, todos los momentos que pasamos.

—hey agus a darle—me dio una palmada en la espalda el purre y hizo que saliera del trance horrible que estaba pasando.

Debo dejar de pensar en él.

***

Estaba bien, llevaba un mes sin pensar en Julián, podría hacerlo, él no era para mi.

Los chicos han sido muy lindos y me han ayudado a despejarme,  cada tarde tienen algo que hacer conmigo.

—¿listo? —pregunto Emilia quien llegó desde muy temprano ya que iríamos a selva mágica

—si claro—suspire y me hice el ánimo que él ya no sería para mi y esos meses que pasamos juntos quedan en el pasado. Agarre mi mochila y salimos hacia el coche del purre.

—no lleguen tarde—fueron las palabras de mi abuela

—Empieza la diversión—purre golpeo el volante y se puso a conducir.

—¿has Estado mejor?—pregunto Gibran quien estaba aún lado de mi ya que siempre Emilia quería ir adelante con el purre, yo siento que serán algo tarde o temprano pero uno nunca sabe.

—si, mejor—él asintió —del 100 por ciento que pensaba en él ahora sólo hago un 50

—eso es bueno no lo vas a olvidar de la noche a la mañana, pero si lo harás tarde o temprano —sonrió y tocó mi hombro.

Estaba escuchando música en sus audífonos y me pasó uno para ponerme los.

—es realmente bueno, no pensé que tendrías los mismos gustos musicales

—jaja yo tampoco lo pensé —sonrió y seguimos escuchando la música.

Esas canciones me daban una paz y motivación de seguir con mi vida.

Y eso haré, Julián ya no existirá para mi.

***

—emi debes dejar de gritar cada que subimos aún juego—la abrazo purre

—oye—le dio un golpe leve en el pecho—si me da miedo que quieres que haga he —lo miro desafiante

—tal vez llorar? —río Gibran

—burlen se, pero cuando algo les de miedo lo haré yo —les saco la lengua y camino hacia una de las bancas para tomar aire.

—ya fuimos a todos juegos, que haremos ahora?—pregunte

—podemos ir a las hamburguesas

—esa es una excelente idea, vamos.

****

Llegamos a casa y estaba agotado lo único que quería es dormir.

Llegue y me tire en el sofá no sin antes saludar a mi abuela.

—¿julian? —preguntó sentándose aún lado de mi

—no, solo me canse—suspire—pero hablando de él, acabo de recordar una frase que él me dijo cuando termine con Abraham

—ah si? Cuál?

—llora todo lo que quieras hoy, porque mañana seguirás con tu vida—sonreí—así que eso haré, le lloraré hoy a Julián y mañana seguiré con mi vida, no pienso dejarme caer por alguien que ya es feliz —me senté

—así se habla hijo—Beso mi frente

—me iré a dormir —le regrese el beso y subí a mi cuarto. Mañana sería otro.

Perdón por la tardanza jaja pero trataré de ser más constante, promis jaja es que tengo que empezar a leer malvado Espíndola por si agus dejó algunas cosas allá para que cuadre. Ya que pues malvado Espíndola ya tiene ratillo que se publicó y pues no me acuerdo. Nos vemos el domingo 🤭

El Mundo de BernasconiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora