Déjame adorarte

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Me veo en la obligación de aclarar que hay smut en este capítulo, se que a nadie le importa, pero por si acaso lo menciono.

Empieza en: "Un poco más convencido..." y termino con el capítulo.

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Jiang Cheng estaba estresado más de lo usual pues su hermano, el que se suponía que debería de estar en el frente de la batalla, había decidido de un día a otro irse con Lan Wangji a quien sabe donde para encontrar algo, y el bastardo ni siquiera le dijo a dondé iba, solo dejo una perra carta con su estúpida letra.

Todos los Líderes se habían encabronado con él por no mantenerlo bajo supervisión, fue un alivio cuando Lan Xichen salió a defenderlo, si es que se podía considerar así, cuando mencionó que su hermano, Hanguang-Jun, también había ido a esa aventura. Les explicó a todos que ambos jóvenes fueron a buscar una herramienta que los ayudaría a ganar la última batalla. De todos modos Wei Wuxian había dejado un montón de talismanes en la tienda de Lan Wangji para ayudarlos en su ausencia. Talismanes de bomba, de fuerza, de curación, de velocidad, aumento de energía, todo lo útil que podrían imaginarse estaba ahí con más de cien ejemplares de cada uno de ellos.

Y eso es algo por lo que Jiang Cheng también estaba enfadado, últimamente se había empezado a correr un nuevo rumor entre las personas pues muchos habían visto a Wei Wuxian entrando a la tienda de Lan Wangji por las noches y saliendo en las mañanas como si nada. Decían que Wei Wuxian había aceptado las sesiones de limpieza por parte del Clan de Gusu; otros, que encontraban más interesantes las vidas de los demás que las propias, habían dicho que lo más seguro es que Wei Wuxian estuviera manipulando al Segundo Maestro de Lan para hacerse de más fechorías, pero los chismes que más enojo le provocaban a Jiang Wanyin es que Wei Wuxian iba por las noches a la tienda de Lan Wangji para vender su cuerpo a los clanes principales y ganar más alianzas para el Clan Jiang, que era el que más jodido había quedado.

No solo le enojaba que creyeran que SU Clan apoyaría eso, dejando a su discípulo principal revolcarse con todo el mundo para conseguir dinero, lo que realmente le encabronaba es que estuvieran manchando la reputación de él. Wei Wuxian no era un manga cortada y era más virgen que novia con velo rojo, el siquiera concepto que estuviera con un hombre era ridículo a sus ojos.

Jiang Wanyin solo suspiro mientras organizaba su estrategia para la siguiente pelea, donde no iba a estar Wei Wuxian, y continuó maldiciendo al cultivador demoníaco.

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–Una habitación por favor, una cama estará bien.–

–Por su puesto señor, espero que su esposa y usted tengan una buena estancia–el hombre frente ella depositó tres piedras que superaban el precio para la noche que planeaban quedarse, pero antes de que ella pudiera decir algo el hombre se inclinó y se fue, no sin antes decir:

–Mm, muchas gracias–

La dueña de la posada vio cómo el hombre de blanco se acercó a la figura sentada, la cual vestía túnicas negras con detalles rojos. Sin duda los dos eran una pareja realmente hermosa, él era como un dios, imponente y esculpido con las manos de cien artesanos bendecidos con el regalo del arte mientras que ella era preciosa. Sus ojos grises tenían una sombra roja que los resaltaba aún más y sus mejillas tenían un poco de colorete que las hacía más rosadas, y si bien no podía verlo por la capa sobre sus hombros estaba segura de que tenía una cintura más pequeña que la de ella.

Lan Wangji abrió la puerta de su habitación dejando que Wei Ying pasara primero, quién estaba aguantando su risa desde hace rato cuando la dueña había pensando que eran una pareja casada y él era la esposa, aunque, si era sincero, también lo hizo sonreír para sus adentros.

Amor en tiempos de guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora