#22. - Último día

365 44 15
                                    

Respiraba el inigualable aroma del mar, debo admitir que venir aquí no fue tan mala idea, de echo, fue una de las mejores decisiones que eh tomado, o bueno... tomaron por mi. El pasar estos días junto a Adrian y Adriana fue maravilloso.

Es triste que tengamos que volver, ¿pero que me creía yo? ¿que estaríamos qui para siempre? esas cosas no pasan. Mire por última vez como el sol se ocultaba a los lejos, desapareciendo tras el mar, dando paso al anochecer, era tan...¿inexplicable?

Entre a la casa y me sorprendió ver a Adrian durmiendo en el sofá, decidí no molestarlo y pasearme por la casa.

Llevaba días quedándome en esta casa, pero por más que la viera, me seguía sorprendiendo, sus hermosos cuadros, una gama de colores perfectamente combinados y una decoración maravillosa.

Una sonrisa se formo en mis labios al ver un cuadro con una foto de Adrian y Adriana a la orilla del mar, con una gran sonrisa en sus rostros, como de costumbre. Pero...Adrian se veía distinto...

- Adriana... - Llame, pues caigo en razón y es que no la había visto.

Sin conseguir respuesta, me paseo por los pasillos en busca de ella. La vi allí, recostada sobre las sabanas de su cama profundamente dormida, me sentí mal, pues recordé lo mal que la paso en esa cueva...y lo preocupada que tuvo que estar al verme tumbada en una cama de hospital; No era de menos que estuviera exhausta.

Mi andar me llevo a terminar en donde empece, junto con la mirada fija en aquel rostro pálido cubierto por varios mechones de cabello azabaches, un leve sonrojo cubrió mis mejillas, lo sé por que sentía como mi cara ardía.

Desvié la mirada rápidamente, soy patética, ¿como si él me pudiera ver?

- ¿Por qué te sonrojas? -

Volteando rápidamente me doy cuenta que Adrian tenia su mirada sobre mi, con una gran sonrisa en el rostro.

- N-no estoy sonrojada - Dije, tratando más de convencerme a mi misma.

- Estas muy roja... - Me perdí por un momento es su mirada, ese color azul tan intenso... - Sylvia... -

Sacudiendo mi cabeza volví a la realidad, dándome cuenta que Adrian estaba a pocos centímetros de mi ¿p-pero como llego allí?

- A-Adrian... - Susurre retrocediendo varios pasos -

Él agacho la mirada - Por qué siempre huyes de mi...? Sabes la impotencia que siento -

- A... -

- Sabes la impotencia que siento al saber que no hice nada para ayudarnos a salir de esa cueva, que no hice nada al verte llorar, a ti y a Adriana, al ver a mi hermanita muriendo de frío...al ver como tus labios se tornaban azules... -

Llevo mis manos al rostro, solo para darme cuenta que esta empapada de lagrimas.

- La rabia y frustración que sentí al verte allí, tumbada en una cama del hospital- Su voz se quebraba cada vez más, hasta que vi que lagrimas corrían por sus mejillas, vi como esos posos azules me miraban...no era el apacible mar de siempre, esto era una tormenta.

Sentía como mis piernas se esforzaban por mantenerme de pie, como mi respiración ese agitada y mi corazón se aceleraba; Y corrí, corrí a sus brazos, donde el me sostuvo...era como estar en el aire.

- Lo siento...lo siento! - La culpa me carcomía, no tenia idea que él se sentía así...tan impotente.

Él me abrazo, parecía que nunca me soltaría. y es que...no quería que lo hiciera.

¿Sylvia cuando te arriesgaras? Esa pregunta hizo eco en mi cabeza ¿cuando?

Tímidamente lo mire, pude ver como poco a poco la tormenta cesaba...y lo hice, me arriesgue; Junte mis labios con los suyos, sintiendo como su calidez me envolvía por completo ¿se supone que el amor duele? por que dolía...el besarlo dolía. Un dolor placentero, un dolor adictivo...un dolor por el que estaba dispuesta a morir.

El beso se intencificaba más por cada segundo que pasaba, entre suspiros y ligeros rozes de lengua. En un torpe movimiento mio caímos al suelo, yo sobre su pecho, él nunca me soltó...

Solo nos reíamos, de todo...de nada.

* * * * *

Comíamos los 3 en silencio en la mesa, bueno, Adriana si hablaba. Adrian y yo de vez cuando cruzábamos miradas y no podía evitar sonrojarme hasta las orejas, mientras el solo sonreía tratando de no estallar en risa.

En un intento en vano por cubrir mi sonrojo, Adriana se me quedo mirando.

- ¿Por qué estas roja? ¿Estas tonta? -

- Ahh... - Mi suspiro de deseperación fue suficiente para que Adrian no aguantara más estallando en risas.

- Adrian...¿tambien estas tonto? -

- Ollé! - Reclamo él

- Jajajaja - Esta vez fui yo quien se rio

- Jejeje - Él no lo pudo evitar y también se rio. Adriana solo nos miraba negando.

Enserio, extrañere estos momentos.

* * * * *

Hola, se que ah pasado muuucho tiempo, en verdad lo siento por no subir nada. Lo bueno es que me ah llegado inspiración (no mucha TnT) y escribi este cap, espero que les guste y pues, haré todo lo posible por no desaparecer por tanto tiempo y subir cap más seguido. Gracias.


Am I Okey?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora