36.

68 6 1
                                    

POV BILLIE.

-Jamás terminaremos siempre estaremos juntas lo juro.
-¿Me lo prometes?.
-Te lo juro Quel jamás estaremos separadas siempre estaremos juntas hasta más aya de la muerte.

-¿Otra pesadilla? - Finneas se sento a mi lado en la cama de mi habitación.
- Si.

Suspiré mientras trataba de calmar mi respiración.

-Hoy es un día soleado es una buena idea que salgas a dar una vuelta.
- Salí ayer - dije no quería hacerlo de nuevo.
-Zoe me preguntó que si irás a la reunión del mes que viene.
-No sé si tenga cosas que hacer.

Un suspiro salió de él.

-No puedes seguir viviendo de ésta manera Billie me preocupa verte siendo tan infeliz - subí la mirada y en sus ojos podía notar su preocupación.
-Estoy bien Finneas - hablé calmadamente - ¿Qué haces aquí?.
-¿Te molesta que esté aquí?.
-No.
-Se me olvido algo ayer y vine a buscarlo, toque el timbre varias veces pensé que no estabas así que entre.
-Bien.

Un silencio fue lo que hizo que mi cuerpo se sintiera cansado.

- ¿Quieres ir a casa?, Claudia te extraña.
-No puedo tengo cosas que hacer.
-Billie el psicólogo dijo que necesitas salir de tu habitación así evitarás dormir todo el día.
-Hoy no quiero Finneas sólo quiero dormir.

Jugué con mis manos, él las tomó entre las suyas.

- ¿Has entrado al cuarto?.
-No.
- ¿Has comido algo?.
-Si.
- ¿Te has bañando?.
-Si.
-¿Has hablado con mamá?.
-No.
-¿Papá?.
-No.

Un suspiro se esucho de nuevo.

-¿Cuándo dejarás de vivir así? - mire fijamente sus ojos los cuales se cristalizaron un poco.

Mi mente comenzó como una pequeña máquina, comenzó a revivir cada momento, cada sonrrisa, cada caricia.

Sus hermosos ojos, la blandeza de sus labios, su hermoso cuerpo.

-¡Billie! - Finneas sacudio mi cuerpo.
-Ya no puedo seguir viéndote de ésta manera hoy vamos a casa de nuestros padres.
- Estoy bien.
- Deja de mentir por favor deja de hacerlo te lástimas mucho más.
-Estoy bien.
-A la mierda mi cordura, ahora mismo quiero que te levantes de esa cama te coloques tus tenis y me acompañes a casa, mamá me dijo que Shark te extraña ha dicho que no come - abrí mis ojos con sorpresa no recuerdo haber llevado a Shark a casa de mis padres.

Sin decir nada solo me levante y me coloque los tenis.
Tome mi celular y cartera.
Salimos de casa.

El aire fresco me golpeo la cara, mire a mi alrededor todo se ve muy diferente.

Subí al coche de Finneas y sólo me dedique a mirar por la ventana.

Es imposible no recordar cada lugar, cada momento con ella, cada risa, beso.

La extraño cada maldito día de mi vida, la extraño más que a nada, la extraño con cada poro de mi piel.

Mire aquel parque que es el favorito de Lucí, en donde jugamos cientos de veces.

Mi mente y cuerpo las extrañan, las necesito conmigo, ellas se han llevado todo de mí.

Ya no soy la misma Billie que todo el mundo conoce, ya no soy esa chica que desprendía luz y alegría cada día, la chica que te hacía reir de todo, que demostraba su admiración y afecto, aquella Billie murió el día que ellas salieron por la puerta de la casa.

Ahora cada minuto de mi vida carga una nube obscura que no me deja mirar más aya de ella, cargo con culpa y demasiado odio.

Me odio cada día un poco más, me odio porque yo soy la razón, por mi culpa ellas se fueron.

Six Feet UnderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora