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POV RAQUEL.

No pensé que tanta gente llegará a México en estas fechas.

-No veo al abuelo - Lucí dijo.
-Yo tampoco pero...
-Pequeña - un grito nos hizo girar y sonrrei al ver a Mich con una sonrrisa mientras alza la mano.

Lucí corrió hacia ella y la abrazo.

Camine con las maletas para abrazar a mi padre.

-Por fin regresaste - lo abraze con fuerza.

Necesitaba tanto sus abrazos.

-Dios quedaste güera pequeña - Lucí sonrrio y negó.
-¿Y la abuela?.
-Ella las está esperando en casa - sonrrei.

Mich me miró y se acercó a mi, me abrazo con fuerza.

-Después me cuentas todo....te extrañe.

Sonrrei.

-Yo a ustedes.
-Bien creo que es hora de ir a casa.

Mi padre me ayudó con las maletas.

Lucí va de la mano de mi hermana hablando de algo, mi padre va mirando hacia enfrente.

Mire el anillo en mi mano derecha.

Solté un suspiro al saber que no lo volverá a tener, pero debo regresarlo.

Duele decirlo pero ya no formo parte de la familia O'connell.

Entramos al coche y me senté atrás con Lucí.

-Los abuelos me regalaron un cuadro - dijo en el carro.

Mi hermana y mi padre se sorprendieron al escuchar la manera en que los llamo.

-Billie me dio uno de sus collares - alzó el collar de piedras.
-¿Te trató bien? - mi padre le preguntó.
-Muy bien en realidad, la extrañe mucho.
-Me alegro princesa.

En todo el camino no las pasamos platicando sobre el viaje.

Me encanta estar con mi familia pero también me extraño demasiado a los demás.

Baje del auto y Lucí me siguió.

Entramos a la casa, Lucí corrió directamente a la cocina donde supongo que mi madre se encuentra.

Suspiré, el olor de mi hogar es único.

-¿Y Jen? - le pregunté a mi hermana.
-Supongo que está en su cuarto haciendo tarea.

Camine y subí las escaleras.

Entre al pasillo y me detuve frente a la puerta.

Di unos toques y nadie respondió.

Abrí lentamente la puerta.

Ella se quedó dormida sobre sus libretas.

Entré con cuidado para no despertarla.

Apague su computadora y ordene un poco sus libretas esparcidas.

Acaricie su cabello con cariño, ella se acomodó y sonrrei.

Soltó un quejido y abrió sus ojos.

-Mierda me quedé dormida - dijo.
-Deberías descansar un poco y después continuar.

Me miró y sonrrio enormemente.

Brinco a mis brazos.

-Te extrañe - se acurrucó como un pequeño cachorro entre mis brazos.
-Yo también.

Apesar de que ella tiene 23 años sigue comportándose como cuando tenía 5 años, al menos conmigo lo es.

-Duerme otro rato - negó.
-Debo seguir - dejé un beso en su cabeza.
-Debes dormir otro poco no quiero que te enfermes.
-Estoy acostumbrada.
-Duerme una media hora más, prometo ayudarte con los trabajos.
-Debes estar cansada.

Six Feet UnderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora