Capítulo II

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||Hogar Dulce Hogar||

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Apesar de haber tenido una profecía y que esta habarcara también a su padre. Lehya no tuvo pesadillas esa noche, en realidad al cerrar los ojos en lo único que se concentro fue en contar flechas dando en el blanco <<si las personas "normales" cuentan ovejas, ¿Porque ella no podría contar flechas dando al Blanco?, siendo literalmente hija de un Dios en el que la arqueria es su especialidad>>. Con sólo caer en un sueño profundo en donde no logro soñar absolutamente nada, cayó en un silencioso avismo negro, como un túnel interminable, que si no piensas con detenimiento te perderías y darías vueltas y vueltas en el mismo lugar, aunque, al igual que un túnel con principio es muy difícil que este no tenga fin, y así como la frace "la luz al final del tunel" Lehya vio la luz y fue hasia ella. Al despertar no reconoció el lugar y al mirar más detenidamente reconoció su habitación del ático, donde pasó su niñez, adolescencia y pre-adultes cuando no estaba en el campamento.

El día anterior no había desempacado, estaba tan casada que se tiro a su vieja cama y durmió sin ganas de cambiarse a un pijama. Miró la hora en su reloj de bolsillo y según la agujas de estas eran las seis y cuarto de la mañana.

Lehya, por mucho que estuviese cansada y ambrienta con ganas de tocino y un jugo refrescante de naranja, sabia que tenía una maleta y dos bolsos que desempacar, y manos a la obra en menos de veinte minutos ya tenía todo en su lugar. La rubia podría ser alocada y competitiva pero lo que más destacaba de sus rasgos era el orden, todo en el lugar correcto, todo ordenado, limpio, y por sobre todo equilibrado ya sea por color, tamaño, material u cualquier orden numérico y nominal.

Libros desde romanse hasta poesía en cinco idiomas diferentes, todas y cada una de ellas ordenadas por autor y edición, las tapas que cubrían las hojas casi amarillas por su antigüedad eran gruesas y de distintos tintes. Verdes con curvaturas con diseños curvilíneos de hilos dorados o plateados, Azules con hilos cual carmín bordando piedras pequeñas de un color perla pálido, libros que en cuyo interior aguardaban historias que te hacen navegar a un mundo distinto y exquisito, un mundo de misterio y drama que hacen el latir de un corazón  como galopes de un potro que recién comienza a correr, un mundo de romance donde sólo se puede encontrar suspiros y lágrimas de sentimientos añorando el amor que con suplica uno pide sin descanso y sin desahogo.

Los libros tienen un gran significado para Lehya, por mucho tiempo fue su voleto a un mundo en donde todo era hermoso, donde todo era perfecto, donde con cada página dejada atrás, más se debanecia del mundo real olvidando sus miedos, sus problemas, sus llantos y sus dudas, donde ella era una valiente cabellera en busca de rescatar a su príncipe, donde ella  era una princesa obligada a casarse con un extraño y que con un giro de los acontecimientos termine enamorada del joven cuyo destino era casarse con ella.

Lehya no tuvo una infancia feliz, siempre olvidada por quien una vez llamó madre, siendo repudiada por su hermana menor, siendo maltratada verbal y físicamente por la mujer de Charlie; por ello y más la lectura es una de sus pasiones, claro que no pudo leer tantos libros como ella quiso, con el tiempo su Dislexia fue aumentando dando con el fin de su lectura pero aún con su falta de visión no dejó de leer. Cambio sus novelas normales a poesías y novelas griegas: es chistoso decir que su padre al verla leer con los hijos de atenea, tuvo celos de la población masculina de dicha cabaña y remedio la falta de vista con un chasquido de dedos, y logrando así que Lehya se curada de la Dislexia aunque no toda la condicion fue sacada de raíz. Aún tiene rastros de la Dislexia leer mucho y no descansar la vista o estar cansada son algunas de las causas por lo que la Dislexia vuelve momentáneamente y se va cuando toma su debido descanso. Su Padre a pesar de haber creado la astrología, geografía e Historia, también fue uno de los influyentes en los idiomas del mundo, y dándole un último regalo a su hija el de entender y saber no sólo su lengua Madre el Griego sino, también el Español:por el cual es la mejor amiga de Leo, El Italiano, Romano, Ruso, Alemán y Japonés, están en su repertorio.

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⏰ Última actualización: Mar 12 ⏰

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La Hija de ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora