Shinichiro intenta confesar sus sentimientos al joven de blanquecinos cabellos. Sin embargo, no sale como esperaba.
°↳Artista del fanart utilizado en la portada, @mashiro_ddsk.
Shinichiro era una persona muy despistada, incluso él mismo lo admitía, sólo existía otro pelinegro que podría competir contra él en ese sentido y llevarse la corona del rey de los despistados.
Sin embargo, descubrió que aquello no era verdad. Lamentablemente tuvo que descubrirlo de una forma para nada agradable.
⎯ No... no puedo más...⎯Takeomi sostenía su estómago, el dolor a causa de la risa iba en aumento.
⎯ Sigo sin creerlo.⎯ comentó Benkei. A diferencia del otro, él dejó de reír hace un buen rato.⎯ Es decir, Wakasa no es tan idiota como tú, sin ofender.
Shinichiro se mantenía en silencio, un aura deprimente lo rodeaba.
⎯ Mira que hoy nos demostró todo lo contrario.⎯ Takeomi se acomodó en su asiento, limpiando las lágrimas que derramó hace unos momentos.⎯ Las apariencias engañan, pobre de mi amigo.
⎯ Solo cállate.⎯ habló por fin el morocho.
Pero ¿Qué sucedió para que el mayor de los Sano terminara así?
Bien, si quiere saber más de este chismesito continúe leyendo.
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⎯ Waka me gusta.⎯ confesó Shinichiro a Takeomi una tarde mientras estaban en el taller.
⎯ Hm.⎯ apenas soltó un monosílabo, muy ocupado leyendo aquella revista.
⎯ ¡Oh vamos! ¿Acaso no me escuchaste? Te dije que Waka me gusta.
Takeomi suspiró, dejando de lado su entretenida lectura.⎯ Sí te escuché.
⎯ ¿Y? ¿No me dirás nada?
⎯ Felicidades por al fin darte cuenta. ⎯ Shinichiro lo miró mal.⎯ ¿Qué? Todo el mundo lo notaba, a excepción de ti, claro está.
Un silencio se hizo presente entre ellos, el más alto se enojó. Takeomi lo dejó, los enojos de Shinichiro no duraban nada. Él prefirió continuar con su lectura, aquel apartado de chismes románticos y cómo hacer amarres eran muy interesantes, quizás él pueda...
⎯ Necesito que me ayudes, Takeomi. ⎯ Y ahí estaba, "Vaya, esta vez duró 2 minutos más" se dijo a sí mismo al notar el tiempo transcurrido en el reloj que colgaba en la pared.⎯ Quiero confesarme a Waka.
⎯ Pues hazlo, no estoy reteniendo.
Shinichiro contó hasta diez, no quería golpear ahora a su supuesto mejor amigo.
⎯ Necesito que me ayudes, tiene que ser algo grandioso, inolvidable.⎯ declaró con un pequeño sonrojo adornando sus mejillas. Ya se imaginaba el momento, el albino corriendo hacia sus brazos y aceptándolo. Después se casarían y adoptarían a un perro llamado cometa. Shinichiro construiría su casa cerca del dojo y...
⎯ ¿Qué ganaría yo con todo esto?⎯ no es que no quisiera ayudar a su mejor amigo, pero nada en esta vida es gratis.
