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Takeomi estaba cansado.

⎯ ¡Si se fue, se fue, que no vuelva más!

⎯ Dios mío, ¿Cuál fue el mal que hice?⎯ cuestionó el de cicatriz mirando al techo.

Shinichiro se encontraba así desde lo sucedido en la cafetería, Takeomi lo entendía, claro que sí. No obstante, y a diferencia de sus otros tantos rechazos, esta ha sido la primera vez que ha visto a su amigo en tal estado.

⎯ Que yo buscaré quien me de pasión. Me siento muy macho pa' llorar por un huevón.

El pelinegro cantaba con tanto sentimiento que incluso Benkei lo acompañaba, claro que él lo hacía en voz baja.

⎯ ¡Ay! ¡Ya cállate, cállate, que me desesperas!⎯ vociferó el Akashi, sin poder seguir con aquel teatro.

El Sano le dedicó una mirada de odio.

⎯ Nunca me tienes paciencia.⎯ se cruzó de brazos, apagando la radio y dejando de lado su copa llena de jugo.⎯ Como mi mejor amigo, es tu deber apoyarme en estos difíciles momentos.

Takeomi suspiró, si no hacía algo en ese preciso momento Shinichiro era capaz de continuar así durante el resto del día. Miró al moreno con la esperanza de que este lo ayudara; sin embargo, Benkei lo ignoró e hizo un tonto intento por silbar. ¡Ese maldito!

⎯ Búscalo.

⎯ ¿Eh?

⎯ Sí, hazlo.⎯ de su bolsillo sacó su cajetilla de cigarros.⎯ Pero está vez, sé directo.

Suspiró irritado, llevaba más de tres horas buscando al Imaushi, pero este parecía haber desaparecido de la faz de la Tierra

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Suspiró irritado, llevaba más de tres horas buscando al Imaushi, pero este parecía haber desaparecido de la faz de la Tierra. El ramo de flores, el mismo que llevaba desde su confesión, se había marchitado debido al caluroso sol de verano.

⎯ Tal vez debí colocarle un rastreador así como hacen esos chicos manhwa.⎯ murmuró sentándose en las escaleras del templo. Necesitaba un descanso.

⎯ ¿A quién le colocarás un rastreador, Shin-chan?

El mencionado soltó un grito muy varonil, levantándose y cayendo al instante, Wakasa apareció de la nada.

⎯ ¡W-waka! Casi me matas de un susto.⎯ gritó mientras sostenía su pecho, por un instante sintió su corazón salirse.

⎯ No creo que hubieras muerto por algo así.

⎯ Todo es posible.⎯ comentó inflando sus mejillas.⎯ Por cierto, ¿Dónde has estado? Llevo buscándote desde hace mucho tiempo.

⎯ ¿Tanto me extrañabas?⎯ habló con cierto tono de burla.

Las mejillas de Shinichiro se pintaron de carmín; sin embargo, respirando profundo y tomando todo el valor respondió,

⎯ Claro, siempre lo hago.

¡Waka es un idiota!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora