One shots||Wigetta Rubelangel Lutaxx

Wigetta|| La mejor amiga.

Samuel se encontraba junto a Guillermo, viendo como pasaban las horas, aburrido a mas no poder y sin siquiera poder hacer algo mas que mirarse las caras.

- Tío, que pesada que es esta niña - Rompió el silencio Guillermo.

- Si, es que no se como se le ocurre hacer estas idioteces - Respondió Samuel.

Lo que pasaba es que Pamela, la mejor amiga de ambos, los había encerrado en una habitación de la casa que compartían los tres para que ''arreglen sus asuntos''. La verdad es que ella estaba convencida de que Samuel y Guillermo, o como ella los llamaba, Vegetta y Willy, estaban enamorados, tal y como ella había leído en tantos mangas yaoi. Ella estaba convencida de que eran una excelente pareja, y si era necesario los forzaría hasta que decidan ''aceptar sus sentimientos'' y ser novios, o bien ponerle una orden de restricción judicial , para que no se les pueda acercar mas. Lo que ocurra primero.

- Willy, explícame ¿Por qué aun somos amigos de ella? -

- Porque ella nos cocina... sino estuviera nos moriríamos de hambre -

Pamela era como la madre de sus amigos, ella limpiaba, ordenaba y cocinaba en la casa, claro que sus compañeros la ayudaban, pero si no estuviera Pamela seguro quemarían la casa, aunque estuvieran hirviendo agua.

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El ambiente cada vez se tornaba mas tenso, el silencio los rodeaba y solo era interrumpido por unos cuantos improperios o maldiciones que lanzaban a la nada de ves en cuando. La situación era incomoda para ambos, ya que la pareja realmente estaba enamorada, pero por miedo de la reacción del otro no decían nada, preferían guardar sus sentimientos a perder esa amistad tan preciada que tenían.

- Pame, es en serio, para con esta mierda, ¡siempre es lo mismo! ¡déjanos en paz mujer! - Guillermo ya se estaba poniendo nervioso, el estaba seguro de que Pamela se encontraba tras la puerta escuchándolos.

Esta es la cuarta vez que su amiga les hacía esto. Primero los encerró en un baño, luego creo una cita falsa para Guillermo y otra para Samuel, la que termino en una incomoda ''cita de amigos'' entre la pareja. También una vez los esposó, el uno al otro, y no los soltó durante tres días, al vivir juntos no fue mucho problema, excepto cuando debían dormir, ducharse o hacer sus necesidades

- PAMELA SE QUE ESTAS AHÍ, ABRE LA PUTA PUERTA O LA VOY A HECHA ABAJO - Exclamo ya exaltado Guillermo, mientras comenzaba a golpear con fuerza la puerta.

- No hasta que reconozcan que se aman - Dijo la joven de cabello negro que se encontraba al otro lado de la puerta, para que luego se escucharan sus pasos de como marchaba.

Guillermo siguió azotando la puerta durante varios minutos, sus manos comenzaban a tener heridas ya, él odiaba estar encerrado, y mas si era con la persona que le gustaba, eso lo ponía mas nervioso aun.

Por su lado, Samuel lo observaba preocupado, ya era mucho lo que llevaba Guillermo en esa puerta, y parecía que nunca iba a calmarse, en ese momento solo vio una solución para tranquilizarlo.

- Guille... ¿quieres calmarte un poco? - Preguntó con voz suave el mayor, mientras abrazaba por la espalda al menor.

- ¿S-samuel? ¿Que haces? - Guillermo efectivamente se había calmado, sentía los fuertes brazos de su amigo sostenerlo por la espalda, y con su barbilla apoyada en su hombro, respirando el aroma varonil de su compañero, aquel aroma que tanto le gustaba.

Samuel no quería soltar nunca a Guillermo, quien se encontraba estático, sin poder mover un musculo... ¿Acaso Guillermo estaba soñando? esto se le hacía demasiado hermoso para ser verdad.

- Y si... ¿hacemos feliz a Pame? - Susurro el castaño en el oído del de ojos achinados.

Esas palabras dejaron helado a Guillermo... ¿Se refería a lo que el creía?

- Willy... tu me gustas - Exclamó Samuel, casi en un susurro, para luego voltear a su compañero y así verlo a la cara, la cual estaba mas que roja.

Quizá las horas que llevaban encerrados en aquella pieza les estaban afectando, haciéndolos mas sinceros, ocultando por un pequeño tiempo sus inseguridades.

- T-tú también me gustas Samu -

Sus miradas estaban conectadas, era perfecto... Miradas llenas de amor, ternura y felicidad por haberse quitado un peso de encima. ¿Como nunca lo habían notado antes? ¡Hasta Pamela lo sabia y ellos no!

Guillermo se acerco tímidamente a Samuel, terminando con el pequeño espacio que quedaba entre ellos, uniéndolos en un tierno beso de pico, un beso torpe e infantil. Ambos eran hombres con experiencia en relaciones con diferentes mujeres, ambos muy expertos en todo el tema, pero ahora era distinto, ahora se sentían como dos niños dando su primer beso, un beso lleno de inocencia.

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Pamela se encontraba en el salón de aquella casa que compartían, viendo vídeos en youtube. Sus compañeros llevaban por lo menos 8 horas encerrados... ¿Acaso se estaba pasando? ¿Debería dejarlos salir mejor?. La pelinegra comenzó a sentirse mal por ellos, quizá el amor que vio no era real... quizá seria mejor dejarlos en paz.

La chica se levantó, para dirigirse a la habitación y liberar a sus compañeros.

- Chicos lo siento... creo que esta vez realmente me pas... - No alcanzo terminar la frase cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando, ¿Acaso estaba viendo mal? Guillermo se encontraba recostado sobre el pecho de Samuel, y ambos estaban completamente desnudos.

- oookay... creo que vi mucho por hoy - Pamela se acerco a la pareja y los cubrió con una manta, ya que no quería que sus amigos se enfermen, para luego tomarles una foto, a ella se apasionaban las parejas gays, y no iba a perder la oportunidad de tener una foto de esto.

Pamela se retiro de la habitación, con una gran sonrisa en sus labios. Haberlos encerrado en esa habitación había sido la mejor idea de su vida.

Holiwis :3 oiajosaijsdoa vuelvo despues de muuucho tiempo, 5 meses? quien los cuenta xD alguien me extraño? no? nadie? a weno u-u. este OS fue escrito al terminar mi prueba de matematicas :v bueno eso, besos pa sus colas :3

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