Crónicas de una niña estúpida.

 Para el chico que hurto mi corazón... lo hizo suyo y lo destruyó. 

Capítulo 1

Las lágrimas querían salir, no sabía qué hacer en ese momento, en ese preciso momento cuando Kasch me decía toda la verdad sobre sus sentimientos y lo confundido y cobarde que era por decirlo así... tan frió, tan maldito y sin una pizca de compasión, en aquel momento quería dejar de existir, porque mientras él sujetaba mi mano, él me daba su compañía, pero yo... está chica estúpida le entrego su alma. 

-No por favor, no me digas eso...ya no sigas, duele y no sabes cuanto.

-Leyna- dijo, perdóname por esto, pero yo...

-Solo quiero que me digas la verdad y acabar con esté dolor, porque sé que hoy estoy dispuesta aguantar toda aquella palabra sin anestesia que venga de ti.

Él me miraba con sus ojos tristes y marrones, de esos ojos de los cuales me había enamorado y de esas pestañas que en sus momentos fueron contadas.

Yo seguía hablando, él me miraba fijamente.

-Es cierto que te has enamorado de tu mejor amiga.

-No lo sé, tal vez sea así, solo que muchos dicen cosas que me confunden día a día y no sé que siento, tal vez te quiera, pero no de la manera que quieres que te quiera.

- ¡Cállate! Eres un idiota de mierda. -Leyna lloraba ya no pudo retener sus lágrimas dentro de su ser-.

Kasch la abrazo y dejo entre los dos, un centímetro  de distancia, sus labios querían besarla. Leyna lo esquivo.

-Ella comenzó a sollozar. Es que, yo...

-Por favor, quedemos como amigos, eres muy importante para mí.

-No... no me pidas eso,  yo no puedo verte como mi amigo... porque yo te amo y maldición de verdad lo hago.

Kasch miro al cielo he hizo un soplido, esa era la primera vez que Leyna le había dicho un "te amo" y es que solo él sabía que esas palabras, eran tan  sinceras y sin un intento de retenerlo.

-Sabes que, puedes hacer lo que quieras, a ti nada te importa, eres un cobarde, eres todo eso que duele pero se siente bien.

Ella le dio un leve empujón, en ese mismo momento empezó a llover, eran las 7:40 pm, ella ya tendría que haber estado cerca de su casa a esa misma hora, pero en cambio, aún estaba ahí, escuchando las palabras tan cortantes de aquel chico.

Mientras Leyna caminaba de prisa por un callejón  desolado, se subió al primer bus que fuera a su casa, al subir estaba lleno, solo había un asiento el cual estaba mojado por la lluvia y la ventana de aquel estaba abierta. No le importó, de todos modos ya estaba mojada,-mojada- y con los sentimientos hecho mierda. Tanto que no le importó que varias personas la vieran llorar.

-¿Por qué has estado llorando? Es tarde.-Le pregunto su madre-.

-Si he llegado tarde por la lluvia madre y solo me duele la cabeza es todo, por favor no preguntes más, solo quiero ir a bañarme, comer he ir a la cama.

-Soy tu madre, te conozco y sé que no te duele la cabeza, a ti no te pasa algo, a ti te pasa alguien.

Su hija la miro con ojos de aceptación.

Ya en su habitación, cogió su ordenador y  lo metió junto con ella  en su cama, desactivo el chat en su red social.

Al abrir su cuenta en Facebook, lo primero que vio fue una publicación de él:

"Siento que el viento se la lleva, mi corazón dice ve tras ella. La razón dice márchate y déjala. "

No sabía lo que quería, él de ella, no sabía lo que sentía, acaso le encantaba verla sufrir.

Leyna sabía que esa noche no iba a ser fácil, que si se dormía seria con lágrimas en los ojos, que si alcanzaba conciliar el sueño, primero su cerebro la atormentaría y al despertarse sentiría un dolor tan profundo en el pecho que le haría sufrir aún más de lo que ya estaba sufriendo.

Al despertarse lo primero que vio fue un mensaje de su mejor amiga Mallory en su celular.

"Leyna, ¿Estás bien?, ya lo sé todo, tranquila, juntas saldremos de esto. Te quiero. En el colegio nos vemos."

Segundo mensaje:

Odell:

"Dime ¿Qué paso? Kasch me ha pedido ayuda, el quiere ir a dejarte algo a tu casa. ¿Terminaron? 

Leyna se levantó, se miró en el espejo y vio sus ojos hinchados y su sonrisa opaca.