Capítulo 4

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Ingresé a mi habitación, húmeda, después de darme una ducha, recordando las manos de Kasch en mi cuerpo. Me mire en el espejo mientras suavemente acariciaba mi rostro.

Él me había visto desnuda, yo lo había visto desnudo, fin de la historia.

-Ese joven es tu novio, ¿verdad?

-No exactamente mi novio, mamá.

-¿Qué hacia ese joven aquí? Mientras yo no estaba.

-Solo vino a dejarme algo, mamá.

Mi madre se retiró, al parecer la vecina de la tienda ya le había dado el chisme.

-¡Leyna!-gritó mi madre.

Fui corriendo hacia su cuarto.

-¿Qué paso? Me asustas.

-¿Por qué te asustas?

-Pues gritaste.

-Tu padre me ha enviado un mensaje, no vendrá. Él no estará en tu graduación.

-Está bien madre, no hay problema, no lo necesito de todas maneras.

-Los problemas fueron conmigo-Leyna-no contigo.

-No me interesa. Mamá ya ¡basta! Nunca voy a olvidar la noche que te golpeo y se fue con esa mujer, nunca lo haré.

Recuerdo la noche que mi padre golpeo brutalmente a mi madre porque llego borracho.

Gracias a eso, mamá tenía una cicatriz en su brazo, por la cortada que le ocasionó la gillette, que estaba en la cocina aquella noche. La cual mi padre al intentar quitársela, la cortó por accidente. Mi madre al enterarse de la traición de él con otra mujer, no pensó. Lo único que le agradezco a ese señor fue eso, nada más.

En realidad la golpeo, solo porque no había preparado aún la comida. Arruino mi vida por completo y también gracias a eso, llevo un trauma desde los doce años de edad.

Detesto llamar padre a ese señor.

 ¡Lo detesto!

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⏰ Última actualización: May 04, 2015 ⏰

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Crónicas de una niña estúpida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora