Amores Prohibidos.-relatos eróticos- (+18)

ALEX

Entrar a su casa y encontrarme con la escena de él besándose con su novia, no podía dolerme tanto, pero tuve que fingir.

—Hola tortolitos —los saque de su nube de ensoñación.

—Hola Mel, no escuché cuando llegaste —me respondió Alex.
Claro que no iba a escucharme, si le estaba metiendo la lengua hasta la tráquea a Mackenzie.

—No importa. ¿Cómo están?

Fingir que no me dolía que el salía con ella, merecía un premio Nobel, hacer de cuenta que, quien fue mi mejor amiga en algún momento, este con el chico que me gusta, no duele, es otro nivel.

—Estamos viendo que película ver —hablo ella—, decide tú, tienes buen gusto para eso.

Después de todo, elegimos una de acción, ni en mi otra vida elegiría romance, cuando tengo a este par al lado.

Habíamos preparado palomitas y golosinas, nos ubicamos en el sillón, Alex quedó en el medio de las dos.

—La película parece ser buena, he oído que tuvo un buen Ranking —nos comento ella.

—La verdad si, la trama es sensacional.

Ese fue mi último comentario cuando comenzó.

Íbamos por la mitad de la peli, cuando Alex coloco su mano en mi pierna derecha, eso me parecería algo normal, pero viniendo de él no. Su mano estuvo intacta por unos minutos, hasta que decidió moverla un poco más arriba.
Su caricia provocó que dejará de respirar por tres segundos, y los latidos de mi corazón se descontrolaron.

Ignore a eso, pero el no ayudaba cuando movía su pulgar en circulos, debes en cuando haciendo presión o apretando mi pierna.

¿Por qué lo hacía? ¿Acaso no veía que su novia estaba al lado?

Mack se movió y yo me puse tensa, Alex saco su mano de mi pierna.

—Ire al baño un momento —dijo ella y se fue, dejándonos solos.

Él se giró un poco para mirarme, sus ojos eran intensos, lo único que hacía era observarme fijamente, esperando a que diga algo. Sin embargo, sería imposible sacarme alguna palabra.

—Mel, después tengo que hablar contigo, esperemos a que Mack se duerma y lo hacemos.

—¿Hacer que? —lo mire.

—Hablar Mel, ¿que más haríamos? —me miro burlón. Claro, esa pregunta insinuaba más cosas, pero no lo averiguaría.

Mackenzie volvió, y continuamos viendo la película.

No sé que era lo que estaba pasando, ni tampoco que quería hablar conmigo, solo se que estaba nerviosa por lo que diría, caliente por la simple caricia que me hizo en la pierna, la cuál todavía siento el calor de su mano y estoy furiosa porque ellos se están dando besitos inocentes al lado mío.

Después de un rato, Mack se durmió y eso significaba una sola cosa. Alex querría hablar ahora.

Preferí dar el paso yo y mirándolo de reojo, me levanté y fui a la cocina.
A los pocos segundos escuché como el se levantaba del sillón.

Entramos y el cerro la puerta.

—¿Que quieres decirme?

—Estoy pensando en terminar con Mack —bueno, eso no me esperaba.

—¿Que pasó? Pensé que las cosas estaban bien entre ustedes.

—Si, solo que hay otra chica —me miro serio—. Y no quiero estar con Mack cuando hay otra que ronda por mi mente. Me hace sentir culpable.