✶ El soñador que corre a través del tiempo : capítulo uno

2.4K 180 97
                                    

«El tiempo es el más indefinible pero paradójico de las cosas; el pasado se ha ido, el futuro no ha llegado, y el presente se convierte en el pasado incluso mientras intentamos definirlo, y como el destello de relámpagos, a la vez existe y expira» Charles Caleb Colton.

    Fue la acelerada respiración del soñador la única que permaneció presente todo momento previo al caos.

    La actividad era exhaustiva y sus piernas ya entumecidas, eran la prueba de su nulo rendimiento físico: pese a ello, no se permitió dar el brazo a torcer, y continuó corriendo un tanto desesperado por los oscuros pasillos de la tienda "mágica"; la cual, estaba acompañada de una tenue iluminación de colores azul y morado neón. 

    En ese momento, agradeció a cualquier ser omnipotente por haberlo llevado a ese mismo lugar con anterioridad, porque la frecuencia con la que acudió a la tienda desde semanas atrás, le permitió memorizar cada uno de los rincones y aquella era la ventaja que tenía sobre la persona de la que escapaba.

    Tuvo ganas de reír, porque detrás suyo escuchó las súplicas de chico por hacerlo parar. Que, a diferencia de él, tropezaba con los objetos que obstruían su camino en el estrecho pasillo.

    «Tonto chico, no debiste seguirme»

    Sin embargo y pese a que la ventaja era clara, soñador estaba molesto y un tanto desconcertado. Porque la presencia de chico nunca estuvo dentro de sus planes; porque su presencia arruinaría todo lo que construyó por largos meses.

    Lo supo en cuanto dio el primer paso hacia la tienda; pues luego de forzar la cerradura para adentrarse a donde su destino anhelado lo esperaba, lo primero que escuchó, fue a chico recriminarle su comportamiento, incluso, amenazando con tomar medidas extremas si no se detenía. Por ello, su primera reacción fue correr hacia la meta y como pudo, encendió las luces neones que parecían a las que utilizaban para decoraciones navideñas; eran viejas, razón por la que emanaban poca luminosidad.

    Si el viejo Gi se enteraba que soñador y chico además de allanar su negocio, también destruyeron mercancía, utilería y decoraciones; con mucha razón, los llevaría a la correccional para darles una lección, pero, ¿los perdonaría?

    Si todo salía de acuerdo al plan, el viejo nunca iba a enterarse de su pequeña "travesura".

    —¡Soñador, basta! ¡Ya deja de correr! —exclamó chico. Soñador, se aturdió al escuchar esa voz resonando por las dos paredes laterales del pasillo y tomó aquella orden como motivación para continuar con la carrera que parecía no tener fin— ¡E-encontraremos otra solución! ¡LO PROMETO!

    Falso.

    Soñador lo sabía. Sabía que, si le tomaba la palabra, el plan que elaboró por largos meses con arduo esfuerzo y dedicación, podría irse a la basura; como si el sudor y lágrimas que derramó en el proceso no hubieran valido la pena. No fue sencillo; por semanas, se envolvió en la investigación teórica respecto al tema de interés, y los siguientes días, trató de llevar la teoría a la práctica sin conseguir resultados positivos a pesar de las múltiples pruebas que realizó.

    Después de mil intentos más, soñador tomó esta como su última oportunidad para obtener el éxito que tanto deseaba, y tuvo la corazonada de que lo iba a conseguir. Pero, ¿Qué cambió el panorama de la situación? Todo fue bastante surrealista y sucedió una semana atrás, cuando en medio de los pensamientos negativos que invadieron su cabeza la cual ya era el mismísimo infierno, un Ángel le extendió la mano y dijo:             

WISH • YJ&TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora