Rin rin, suena mi despertador, en un tono de campana, avisandome que es hora de levantarse para la escuela, el colegio para ser sincera. Realmente no pensaba decir lo que habia pasado con el ''chico'' pero necesitaba de sacar esto me estaba torturando.
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-Hola!!!, dice mi mejor amiga, mientras entraba al salón.
-Hola, dije algo sería, es mi mejor amiga y sabe cuando pasa algo.
-Muy bien, ¿que pasa?.
-Nada, de verdad.
-Te conozco que pasa...
-Buenos días, dice nuestra profesora adentrándose al salón y dándonos una seña de que hora de sentarnos.
Ellas se sientan juntas, le habían rogado a la profesora dejarlas sentarse juntas, porque así pueden contarse todo.
-Bien, por favor repartan los cuadernos de español, dice la profesora señalando a Joel, un compañero.
-Bien ahora dime que pasa...
Le dice su amiga desesperada por saber.
-Ya te dije que nada.
-Mirame, ahhhh esa mirada, la conosco, como se llama, cuántos años tiene, donde lo conosis...
Su amiga la interrumpe, nerviosa porque ya sabía lo del chico o estaba por saberlo.
-Wow, tranquila, ¿de que hablas?.
Mi amiga, se llama Rous, soy más grande que ella por 7 meses, tienes el cabello un poco más claro que yo y los ojos azules, soy más alta que ella y es delgada, es muy curiosa y platicona, pero inteligente y muy divertida. A ella también le encantan las Artes Marciales Mixtas; y por eso temía decirle del chico, sabría que al instante iría a la clase, sólo para conocerlo.
-Te conosco y hay un chico, ¿cierto?
-Si, pero no digas nada, realmente ni siquiera me gusta, ni se si yo le gustó, sólo que lo conocí en una clase de Artes Marciales Mixtas a la que mi papá me llevó, y no me dejaba de mirar, no iba a decir nada pero necesitaba de sacar esto.
Su amiga se sorprendió, no por el chico, o porque no le haya dicho que había ido a una clase de su deporte favorito, sino por lo rápido que lo había dicho
-Ahhhh!!!, grita mi amiga a mudas.
-Si, definitivamente... dijo Rous decidida.
-No, no irás, -Se conocías tan bien que ya sabía de que se trataba. No irás a esa clase.
-Claro que si, nadie me lo prohíbe.
-Yo si y te lo prohíbe.
-¡Niñas!, nos pueden decir de que tanto hablan. -Las interrumpió la profesora, muy enojada.
-Perdón, dijimos al mismo tiempo.
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Las clases estuvieron normales, yo sólo estuve pensando en como mi amiga lo arruinaria.
De pronto suena el timbre, si al fin hora de salida.
-Nos vemos al ratito, Dice mi amiga colocándose su mochila en los hombros.
-N... Ok, dije desanimada.
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Que no venga, que no venga, repetía en mi mente, camino al gimnasio.
Llegué y no había señales de Rous.
Subí, y no había señales de el, solo esta vez estaba el sensei.
-Buenas tarde, saludé y me adentre, al gimnasi para sentarme y prepararme. Cuando veo que del vestidor sale el ''chico'' con una camisa algo sexy, empezar a babear, no sabía que pasa jamás había echo eso; el sólo voltio y no separó la vista de mi. Era algo romántico cuando de pronto...
-Hola, ammm buenas tarde, dice Rous, saludandome a mi y al sensei.
Sólo la saludé con la mano y sólo decía en voz baja;: no puede ser.
-Bueno, gracias por el cordial saludo.
-Los siento.
-Bueno, no esta tan mal, buen cuerpo, mala cara., dice mi amiga segura de quien era.
-Pero, que, como supiste.
-Te conozco, además de que los delata que cada 2 segundos se estén mirando.
-¿Que de que hablas?
-Niños adentro, avisa el sensei.
-Wow, esto sí que cansa, dice mi amiga casi sin respirar.
-Jajajajajaja, pero quería venir.
-Pero eso sí no duran un segundo sin mirarse.
-Ehhh? Trató de alejarme de ella.
Bueno finalizó la clase niños.
-¿Vamos a chocar las manos?, dice mi amiga confundidas
-Ammm si.
Otra vez ibas a tocarnos las manos, no puede ser.
Pasó de nuevo una caricia, peeo esta vez se la devolví.
-Enserio, hasta se acarician las manos y no se hablan, no puede ser.
-Rous, vámonos, dice su mamá. -Buenas tardes Hazel.
-Buenas tardes, señora.
-Bien nos vemos mañana. Y suerte con el. Ya voy mamá.
Cuando Rous se fue saque mis audífonos y no despegue por 15 minutos la vista de mi celular. Pero no lo podía evitar, Pum! lo mire el estaba sentado en el escritorio sólo mirándome.
Así pasó la clase de mi padre.
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