2. Descontrolada transformación

102 9 4
                                    


Darius

Quería empezar una nueva vida alejado de la mujer que amé. Ahora que todos los hombres lobo podían descubrir a su mate, quise desaparecer del pueblo para irme a otro mucho más lejos después de ver como se casaba con aquel hombre lobo que una vez quiso hacerle daño. No entendí cómo fue posible que él llegará a ser su compañero, sin embargo, yo tuve mi oportunidad y necesitaba pasar página, por esa razón me fui a vivir a otro lugar.

La fiesta se había convertido en lo principal de mi vida. Todos los días deseaba que llegara el fin de semana para montar una en mi casa. Las apuestas me habían dejado en un buen lugar, que no dudé en hacer negocios con el dueño del bar que frecuentaba siempre. No era un loco, por lo menos dejé de serlo tras unos meses en los que daba vergüenza ajena, no volvería a estar como antes, sin un duro, esta vez estaba haciendo las cosas correctamente para no estar en la calle sin dinero. Además, a la gente le encantaba jugar y apostar. De vez en cuando me tomaba una cerveza en el bar La caverna de Adam y jugaba al billar.

Ese día parecía ir todo bien cuando la luna llena hizo acto de presencia. Era un medio lobo, hijo de un hombre lobo y una humana. La diferencia con un lobo de nacimiento o de mordida es que nosotros, los medios lobos, no podemos controlar nuestra transformación en noche de luna llena. No obstante, aprendí a controlar mi transformación cuando me reencontré con aquel amor que pensé que había perdido, mi querida Nidia, quien resulto ser la hermana de Liliana, la mujer que se casó con aquel despiadado alfa llamado Axel. Sin embargo, cuando perdí el amor de Liliana, desde aquel entonces no podía controlar mi transformación, había momentos en los que me convertía en lobo y en esa misma noche volvía a mi forma humana, era una lucha constante, resultaba bastante agotador. Llevaba meses intentando controlarla, pero aquello se había convertido en un descontrol y acababa en cualquier rincón del pueblo hasta que recuperaba la conciencia por tanta tortura. Al siguiente día era como si hubiera estado bebiendo toda la noche mientras recibía una paliza.

Cuando salí sin control por la noche, el golpe de un coche me provocó una herida, y lo peor es que regresé rápidamente a mi forma humana hasta que logré adentrarme en el monte en forma de lobo. Sin embargo, no pude escapar lejos de aquel lugar, porque el olor de la mujer que me atropelló me dejó embriagado. La observé hasta que arrancó el coche, apenas podía controlar mis acciones, pero ese momento ella me hizo recuperar la razón. Cuando por fin pude estar un poco estable, fui hasta mi escondite, donde siempre dejaba una ropa para poder vestirme y otra vez aquel olor me abrazó por completo. Mi instinto hizo que siguiera aquel rastro, sin embargo, me negaba a creer que podría ser aquella mujer. Es decir, ahora mismo estaba bien, no quería tener ningún compromiso y por un momento odié que apareciera esa noche. La observé, la seguí mientras huía de Francisco, pero no pude seguir observando cuando él la atacó. Mis acciones fueron impulsivas, no tenía que haberme metido, pero por mucho que me lo repetía, había algo en mi interior que impedía que siguiera mi camino, así que, no tarde en darle un fuerte golpe a Francisco, provocando que se cayera al suelo retorciéndose de dolor.

La muchacha estaba asustada, sus latidos estaban desenfrenados y podía sentirlo tan cerca de mis oídos como si hubiera puesto unos auriculares en mis orejas para escucharlos. Ella al ver la escena salió corriendo, despavorida, en ese momento me retorcí de dolor volviendo a convertirme en lobo. Lo peor de todo es que la seguí, me quedé a los lejos observando el hotel donde ella se estaba quedando. Después de unos largos minutos me fui lejos de aquel lugar.

Al día siguiente estaba hecho un asco, pero sabía que no iba a levantarme hasta muy tarde. Así que dormí para recuperar las fuerzas, no sin antes levantarme para tomar unas pastillas para el dolor.

¿Qué piensan de la condición de Darius? ¿Les da penita? A mi sí. :(

Conociendo a la bestia #3 En AmazonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora