R O C E S [One-shot] [Luckity] [+18]

R O C E S [Parte única]

N/A:

Baja el brillo de la pantalla, apártate de tus padres o cualquier otra persona, baja la voz y se discreta(o) con tus reacciones a lo largo del fic, no quieres que te descubran leyendo está cochinada, ¿verdad?🤨

Ninguno de los dos tenía idea cómo fue que terminaron en esa situación, o cómo es que sus acciones eran demasiado sueltas y con demasiada confianza, a pesar de no recordar que en algún momento de su pasado llegaron a hacer tal acto con alguien más, cómo para ser tan expertos cómo en ese momento.

Caricias, besos, lamidas y respiraciones encontradas, eso era lo que pasaba entre ambos, encerrados en una sencilla casa provincial para pasar la noche, con apenas una simple cama que apenas era capaz de soportar el peso de ambos y una antorcha de luz débil que apenas podía iluminar sus rostros.

Luzu movía su mano cómo sí fuera un experto, cómo si supiera en que parte del cuerpo del menor debía tocar para poder obtener los jadeos que, en esos momentos, soltaba sin parar, entre besos.

De un momento a otro se cansó de la ropa sobre la piel del chico y con delicadeza sostuvo su cabeza para recostarlo en la cama y así el quedar arriba completamente.

Quackity ni fue capaz de reaccionar cuándo ya el castaño había abierto su chaqueta y sus pantalones ya se encontraban desabrochados. Estaba casi semidesnudo, sí. Pero no le importó.

De alguna manera aquello le pareció de lo más normal y ni se inmutó para detener las acciones del mayor, que hacía todo con agilidad causando que su cabeza solo pensara en el placer que estaba sintiendo, cosa que se intensificó cuando sintió la humeda lengua de Luzu girar alrededor de su pezón izquierdo, cómo si de una paleta se tratara.

-Lu-Lusu...-, tartamudeo sin poder creer las sensaciones que se apoderaban de su cuerpo en ese momento.

Se sentía extraño, le agradaba, todo era nuevo he increíble para el menor, sin embargo, algo dentro de sí le decía que esa no era la primera vez...

Que esa no era la primera ves que alguien le tocaba.

Y que tampoco era la de Luzu.

-No te preocupes Quackity-, le dijo el mayor ante su llamado, para después acercarse a su oído y susurrarle que solo se dejará llevar por sus roces.

El chico le hizo caso completamente y se dejó de preocupar por tonterías cómo "sensaciones pasadas" prefirió, disfrutar el momento.

Luzu jugó con los pezones del menor por unos segundos más hasta que vio más apetecible su cuello, y fue a lamer y besar sin parar, a su vez que, terminaba de quitarle la ropa.

No supo cómo lo hizo y de hecho el mayor se sorprendió de sí mismo, de ser capaz de hacer que el chico sintiera placer a su vez que lo desnudaba con total agilidad, que incluso asustaba, tanto que se le fue inevitable no abrir un poco los ojos de la sorpresa cuándo noto las condiciones del chico y decidió parar un momento para poder disfrutar de la vista.