NovaCali Surgit

El despertar

Thomas acaba de sufrir un percance que le cambiara la vida por completo, alejándolo de todo lo que conoce y que lo cambiara para siempre.

La noche anterior a los sucesos vistos en el capitulo anterior Thomas se encontraba en su habitación, algo pequeña pero con todo lo justo para estar cómodo, una ventana amplia por la cual podía entrar mucho aire aunque la mantenía cerrada ya que el aire de afuera era polvoriento y ensuciaba todo, aun así podía ver hacia fuera aunque no había nada que ver, las calles son grises y por las noches son completamente iluminadas por luces blancas, casi no pasa gente y ver cualquier cosa mas allá de el concreto frio es casi imposible aun así Thomas sucumbe al escapismo de la divagación perdiéndose completamente en sus pensamientos, piensa en si mismo, en que es lo que quiere, piensa en si algún día todo cambiara, piensa en si algún día podrá vivir en un lugar mejor y quizás quedarse en un solo sitio para siempre ya que a Thomas nunca le gustaron sus frecuentes mudanzas, sus padres toda su vida trabajaron y tiene pocos recuerdos con ellos aun así todos estos son felices. Mientras esta recostado en su cama con la mirada perdida en su ventana logra ver un pequeño destello en el cielo, esto inmediatamente llama la atención a Thomas, debido a que por la contaminación lumínica es prácticamente imposible poder ver estrellas en los cielos nocturnos, aun así este destello fue muy brillante como para ser solo una estrella, Thomas se levanta rápidamente y abre su ventana tratando de descubrir que es lo que había visto, quizás un avión o un cometa, lo que fuese ya no estaba. Thomas cierra la ventana y vuelve lentamente a su cama acostándose y cerrando los ojos, quedando profundamente dormido. Esa misma noche alrededor de las 4 de la mañana logra escuchar como su padre sale de casa, Thomas siente la mirada fija de su padre Shom sobre el pero no se mueve, este solo cierra la puerta de su habitación y se va haciendo la menor cantidad de ruido posible.

En la tarde de el día en el que los sucesos narrados anterior mente Thomas esta completamente inconsciente, es llevado en brazos por una persona desconocida, su conciencia de la situación es poco por no decir nula, simples destellos de sonidos, voces o sensaciones que recorren su cuerpo es lo único que Thomas puede asimilar, despierta en una habitación completamente oscura, sin nadie a su alrededor, mueve su cuerpo ligeramente tratando de reconocer su entorno y saliendo de el aturdimiento que lo mantuvo inconsciente, en cuando logra sentarse las luces de la habitación son encendidas exaltando a Thomas y poniéndolo alerta, mira a su alrededor y nota que las paredes están hechas de algo metálico pero que es suave al tacto, como si de una almohada muy dura se tratase, logra ponerse de pie y da unos pasos a lo que parece una puerta, estando frente a ella trata de escuchar cualquier cosa... No hay nada mas que un zumbido motorizado que se ahoga en las acolchonadas paredes, toca la puerta un par de veces esperando algun tipo de respuesta - Hola...?- dice Thomas con preocupación - Thom?! Thomas?! - Grita una voz joven que parece ser conocida para Thomas.

-Thomas: O-Oscens... eres tu?!

-Oscens: Si! donde estas?

-Thomas: No lo se, esto no puede abrirse.

-Oscens: Okey... dame un minuto.

La puerta frente a Thomas se abre dejando ver a Osces al otro lado.

-Oscens: Thom! tu también eres uno de esos?

-Thomas: Un que...?

-Oscens: Kakime... kakore... kapome... no recuerdo pero tienen un nombre muy raro.

-Thomas: No se de que me hablas... - Thomas mira con incredulidad a Oscens.

En ese momento llega una chica, Es linda, tiene el pelo castaño y ondulado, tiene unas difuminadas pecas en la cara y ojos verdes, se para frente a ellos y dice gentilmente - Hola! mi nombre es Maya, me pueden seguir por favor? - Thomas y Oscens asienten con la cabeza sin saber exactamente que es lo que va a pasar, La chica Maya los guía por los pasillos hasta un lugar que parece ser un gran comedor común, ahí hay aproximadamente otros 15 chicos y chicas, 1 mujer adulta con el pelo oscuro y alta, imponiendo sobre los demás con su mera presencia, dos señores ya de apariencia mayor, uno de ellos moreno y al otro le falta un ojo, ambos con barbas bien arregladas y adornando sus caras, a lado de el señor sin un ojo hay otro adulto pero aparenta juventud, su pelo por alguna razón es verde pero lo luce formalmente arreglado como si de un corte militar se tratase - Siéntense ahí - Dice Maya  con amabilidad señalando los asientos de el comedor