En el color de tus ojos - CB (Traducción)

Capítulo 1: El comienzo de algo nuevo

"Si puedes oír el canto de los pájaros por la mañana,

Es porque todavía hay esperanza, ya que,

la naturaleza aún no se ha dado por vencida con nosotros."

Alfredo Martín Koch

El mundo ya no es el mismo. La gente ya no es la misma.

El caos se ha apoderado de cada parte del universo, sacando lo peor de los seres humanos. Las guerras trajeron hambre, trajeron ruinas inimaginables y el mundo estaba al borde de la destrucción total. Una idea surgió en medio de todo. Mezclando los genes de los animales con los de los humanos, una forma de fortalecer a la población tan arruinada por la codicia del hombre. Para crear una nueva raza, para evolucionar la humanidad aunque pareciera una locura.

Los estudios salieron en los periódicos y con el tiempo, el planeta que conocíamos dejó de existir. Surgieron nuevas especies, más poderosas, más rápidas y con más capacidades que las reales. Los pocos seres humanos que quedabas enfermaron y desaparecieron poco a poco, abriendo la puerta a una nueva vida, una nueva población modificada genéticamente. Muchos imaginaban un futuro diferente, donde la tecnología mandaba, sin embargo, la realidad era otra.

El mundo tuvo una regresión – no de una mala manera – sin embargo, visto desde afuera fácilmente podría verse como el pasado. Era una combinación perfecta de dos eras diferentes, lo suficientemente ideal para su nueva población, que consistía en Alfas, Omegas y Betas. Y como en cualquier parte de este vasto mundo, existía una jerarquía, donde los alfas estaban en la cima, seguidos de los betas y solo después, los omegas, considerados la parte más débil de la población.

Parecía que ser un Omega era tan malo.

Mucha gente creía que sí, pero, eran muchos los que se sentían orgullosos de su clasificación. Ser un omega tenía sus ventajas de alguna manera y con el tiempo la gente lo entendería.

Baekhyun suspiró cerrando el libro que contaba toda la historia detrás de la nueva realidad del mundo. Nunca dejaría de ser extraño imaginar una época tan diferente a la suya – si no fuera por las casas en las que vivían y el resto de legados que dejaron sus antepasados. Los edificios antiguos, los autos y los libros que leía eran evidencia de un pasado no tan lejano que al joven omega le hubiera encantado conocer. Perdió la cuenta de cuantas veces les preguntó a sus padres sobre esa época, y aunque no hubieran vivido esa realidad, eran lo suficientemente inteligentes como para llenar a Byun de historias fantásticas.

Se acurrucó en la cama, todavía aletargado, disfrutando de los minutos de placentera pereza que le proporcionaba el calor de las sábanas. Miró el techo de la habitación donde estaban pegadas pequeñas estrellas fluorescentes, creando mil historias en su cabeza, con una sonrisa soñadora. Escuchó su nombre siendo llamado por su padre omega y suspiró, necesitaba dejar de ser flojo e ir a ayudar al mayor, era su deber como omega cuidar de la casa.

Bostezó una última vez antes de levantarse y dirigirse directamente al baño para darse una ducha rápida. Se detuvo solo para mirar su largo cabello rubio desordenado en el espejo, llevó sus manos a los mechones, peinándolos con sus dedos antes de asegurarlos en una trenza suelta, sin embargo, desvió su atención de sí mismo. No le gustaba mirarse, no se creía hermoso y nada atractivo, tal vez si no fuera por sus ojos...

Se mordió el labio.

La heterocromía no era común entre los aldeanos. Tener un ojo marrón y el otro azul claro se veía como una anormalidad y Baekhyun pensó que era lo suficientemente raro – al menos eso es lo que escuchaba de varios aldeanos en el pequeño pueblo. Bajó los ojos con un suspiro cansado y se concentró en solo tomar su ducha, no debería perder el tiempo mirándose, eso no cambiaría nada de todos modos. Trató de ser lo más rápido posible, no quería que su padre apareciera en su habitación como las otras veces, solo para recordarle sus responsabilidades.