Wrongful Imprinting | Rosalie x Leah

7. Epilogue

Capitulo 7: Epilogo

Leah vio a su hijo jugar en el agua a la orilla del río. Emmett y Seth estaban con él, y los estaba salpicando y chillando de alegría. A los tres años, era una alegría para todos.

Tuvo sus momentos rebeldes y era tan terco como sus dos madres, un experto en decir que no y dar patadas cuando no estaba de acuerdo con algo. Pero, trajo la luz del sol y el amor con él donde quiera que fuera. Seth dijo que era por cómo había sido traído al mundo.

Rosalie se sentó a su lado, hombro con hombro, cadera con cadera y de la mano. Ninguna de ellas parecía haber envejecido un día desde que se conocieron en ese mismo río. Ambas habían estado huyendo de sus vidas, tratando de eludir el destino. Leah se alegró de que el destino hubiera intervenido.

Leah tomó una brizna de hierba. "Me alegro de que hayas venido".

"¿Por qué no habría de venir?" Rosalie la miró perpleja y Leah sonrió.

"Quiero decir, me alegro de que hayas venido ese día". Chocó su hombro contra el de Rosalie.

Los labios de Rosalie se curvaron en una sonrisa decididamente malvada, se inclinó cerca del oído de Leah y susurró en voz baja para que ni Seth ni Emmett pudieran escuchar: "Creo que te equivocas, mi amor". Leah sintió que un sonrojo subía a sus mejillas cuando Rosalie continuó: "Fuiste la única que vino ese día". Rosalie arqueó las cejas sugestivamente y se rió cuando Leah le gruñó.

Emmett las miró y pareció reflexionar sobre algo por un momento. "Oigan, tenemos al pequeño River cubierto aquí, si ustedes dos quieren..."

"Ve a recoger flores, o algo femenino", interrumpió Seth con un ataque de risa. Emmett negó con la cabeza y les dirigió una mirada de disculpa. Golpeó al joven en la parte posterior de la cabeza y luego volvió su atención a River, que pedía que lo giraran como un helicóptero.

Leah no perdió el tiempo en levantar a Rosalie y poner algo de espacio entre ellas y los chicos. Sabía que River estaría a salvo con Emmett y su hermano. El vampiro y el lobo no dejarían que nada ni nadie lo lastimara.

Cuando pusieron unos cuantos kilómetros entre ellas y los chicos, dejaron de correr. Leah jadeaba y luchaba por recuperar el aliento. Era en momentos como estos en los que deseaba ser como Rosalie, que parecía haber dado un paseo tranquilo por el parque en lugar de correr tres millas a una velocidad vertiginosa.

Se miraron durante un segundo completo antes de desmoronarse y despojarse rápidamente de sus incómodas ropas. Momentos como estos eran raros para ellas. Aunque tenían un buen número de niñeras voluntarias disponibles en casa, rara vez tenían tiempo para ellas mismas.

"Veamos si no puedo igualar el marcador".

Leah empujó a Rosalie al suelo y unió su boca con la de ella en un beso acalorado. Sabía que no tenían mucho tiempo. River, aunque le encantaba jugar con sus tíos, se cansaba pronto, y todavía quedaba el almuerzo campestre que Esme había preparado para que todos compartieran.

Frotó su cuerpo contra el de Rosalie y se rió cuando la vampira se estremeció y gimió, arqueándose ante su toque. Empujó su rodilla entre las piernas de Rosalie, separándolas, y luego besó el camino hasta el cuello de su amante.

Las rodillas de Rosalie estaban enganchadas a su cintura y abiertas, permitiéndole a Leah un acceso completo. Sellando sus labios sobre un pezón respingón, Leah succionó y mordió. Sus propios senos, sensibles por el reciente destete de River, dolían y se endurecían cuando las manos de Rosalie comenzaron a acariciarlos y acariciarlos.

Leah se abrió camino por la piel sedosa de Rosalie, deteniéndose cuando alcanzó su objetivo: el cabello más oscuro y rizado en el centro. Con una sonrisa traviesa, Leah inclinó la cabeza y comenzó a besar el área tierna entre las piernas de Rosalie.

Las manos de Rosalie cayeron a su costado. Sus dedos de los pies y de las manos se clavaron en la tierra cubierta de musgo mientras intentaba anclarse.

"Leah", gimió, "ungh". Arqueó el cuello y se levantó del suelo y comenzó a bombear lentamente sus caderas hacia la boca de Leah.

Leah usó sus labios y su lengua, convirtiendo a Rosalie en un lío tembloroso y tartamudo de gemidos a medio pronunciar. Probó a su amante, saboreando el sabor salobre, y la forma en que el cuerpo de Rosalie respondía a su toque: temblores y sacudidas, los músculos contraídos a su alrededor.

Con un grito entrecortado, ese podría haber sido el nombre de Leah, Rosalie llegó al clímax y sacó un montón de tierra y musgo de la tierra, aplastándolo en su mano. Leah lenta y deliberadamente lamió, besó y succionó su camino de regreso a la boca de Rosalie.

Rosalie se sacudió la tierra de las manos. "Mierda."

Leah estaba acostada encima de Rosalie. Sus brazos y piernas eran un lío de miembros enredados. Leah simplemente volvió la cabeza hacia un lado y, pasando los dedos por la parte inferior de la barbilla de Rosalie, provocando la piel de gallina a su paso, sonrió.

"Gracias por venir", repitió Leah las palabras que había dicho antes. El doble sentido se hizo evidente por su tono de voz.

Rosalie simplemente besó la parte superior de la cabeza de Leah y se acostaron juntas por un rato, escuchando los sonidos de los pájaros cantando y los pequeños animales realizando sus rutinas diarias. Era cómodo, pacífico y Leah no quería que terminara.

Pero se vistieron y, tomadas de la mano, corrieron de regreso a la orilla del río. Leah se detuvo para arrancar un puñado de flores en el camino, sabiendo que Seth las esperaría. Cuando estaban saliendo del bosque, los chicos acababan de empezar a preparar su almuerzo campestre. Emmett las saludó con una sonrisa de complicidad, y River se lanzó a un cuento de tonterías que Leah fingió entender.

Leah recordó la primera vez que imprimió a Rosalie. Estaba avergonzada de haber huido con miedo y humillación porque no podía soportar la idea de estar atada, de por vida, a un chupasangre. Si Rosalie no la hubiera encontrado ese día, no tendría nada de esto – River, Emmett, Seth – una familia.

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Esto solo fue una TRADUCCIÓN. Todos los derechos a :  Evil Cosmic Trillizos

Gracias por el apoyo. 

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