THE INFERNO II: EL NUEVO REY - KOOKMIN (+18)

THE INFERNO - CAPÌTULO 12

"Para conseguir la paz se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra."

El siguiente par de noches voló en un borrón. Se estableció contacto con nuestras familias, y todos acordaron reunirse en el hotel la noche del viernes. Mientras tanto, Jimin llamó a Rein y sus ayudantes para hacerles saber que iba a regresar la noche del sábado y que nos gustaría que todos asistieran a nuestra ceremonia de unión.

Yo estaba un poco preocupado por la rapidez con que todos habían acordado en venir, pero ya que era lo que tenía que pasar, pensé que sólo debía manejar a todos los que vinieron. Si sospecharon de algo, ellos no desistieron, y si planeaban usar la oportunidad de pasar a la ofensiva, teníamos que estar preparados para ello.

Taehyun en realidad resultó ser muy útil. Él y Frederick despegaron para una noche, y cuando regresaron el viernes, tenían cajas de suministros que eran transportadas a la suite y ordenadas. Armas, dispositivos de escucha y todo tipo de mierda de espionaje secreto.

Fue muy impresionante, teniendo en cuenta que siempre asumí que el chico no pudo encontrar su culo con las dos manos y una linterna.

Fui al aeropuerto con Frederick para recoger a mis padres. Cuando mi madre salió de la terminal, me invadió la emoción al ver lo bien que se veía en comparación con la última vez que la había visto.

Con un pequeño sollozo, tiré mis brazos alrededor de ella y la abracé con fuerza. No me había dado cuenta de lo realmente preocupado que estaba hasta que la abracé. La sensación de su sonrisa contra mi cuello era sobre todo la mejor cosa que nunca había sentido.

Cuando por fin la solté, me sorprendí al sentir envueltos los brazos de mi padre a mi alrededor, tirando de mí en un abrazo de los suyos.

No sé si mi padre me había abrazado nunca antes. Probablemente, como un niño, pero ciertamente no en la adolescencia pasada. Era extraño. Bueno, pero extraño. Me dejó rápidamente, y yo le pegué con rapidez en la espalda antes de señalar al coche.

El trayecto hasta el hotel fue rápido, y mi madre y yo discutimos el tratamiento para la depresión.

Tan bueno como su espíritu parecía, me sentí aliviado, parecía estar trabajando. Ella sonreía y estaba animada. Su buen humor era contagioso, y cuando todos salimos del coche, incluso mi padre estaba sonriendo de una manera que nunca había visto.

Cuando entré en la habitación fui inmediatamente asaltado por Tae, que subió a mi cuerpo como un mono araña, envolviendo sus piernas alrededor de mi cintura y besándome directo en la boca.

― Hola a ti también, amor―, le dije con una sonrisa, mientras lo bajé de mí.

― Yo sólo quería tener mi beso antes de que fuera oficialmente despojada de ti por este perdedor. ― él señaló por encima del hombro a Jimin, que nos miraba a ambos con los brazos cruzados sobre el pecho.

― Hey, ― dije, sosteniendo las manos enfrente de mí. ― Eso fue todo idea de él. Incluso ni lo animé más.

― Hola, Tae, ― dijo mi madre, pasando por mí y tirando del hermano de Jimin en sus brazos.

― Su Alteza― Tae le devolvió el abrazo. ― Es tan bueno verla así de nuevo. He estado tan preocupado.

― Gracias, cariño, ― mi mamá dijo, dándole una palmadita en el hombro de Tae cuando ella lo soltó. ― Estoy mucho mejor.

― Señorito Park ― mi padre dijo con un guiño.

― Su Alteza. ― Tae se inclinó un poco antes de regresar a la habitación general. ― Así que, oí que vamos con armas de fuego ardiente mañana.