THE INFERNO II: EL NUEVO REY - KOOKMIN (+18)

THE INFERNO - CAPÌTULO 6

"Se piensan, Se quieren,  Se adoran,  Se desean,  Se necesitan, Pero... ¿no están juntos?

El parque parecía exactamente el mismo. Ni una cosa había sido movida o cambiada. Me senté en la hierba y cerré los ojos, recordando la noche que había sucedido. Casi podía saborear el alcohol en mi lengua cuando reviví la conversación borracha sobra las manzanas de cara puntiagudas y ex novios.

Jimin y yo tuvimos tanto, completamente borrachos, y fue increíble que hubiéramos sido capaces de hablar con claridad suficiente para entendernos entre sí. El buscaba una pelea, y yo realmente lo estaba buscando. Parecía que toda mi vida había sido gastada mirando a Jimin. Tratando de echar un vistazo a él en la escuela, robando sus novios por lo que podía prestarme algún tipo de atención a mí, pasando todas las noches en The Inferno sabiendo que finalmente aparecería.

Lo amaba desde antes de saber cómo ponerlo en palabras. Y durante décadas, él me odiaba de vuelta. Era una tontería por mi parte pensar que después de todo este tiempo, realmente sería capaz de darme lo que quería de él. Y después de todo este tiempo, era patético de mí todavía quererlo.

― Jeon Jung-kook, ¿eras tú? ― Una voz familiar rompió a través de mis pensamientos, y sonreí mientras me puse de pie.

― ¡Abuela! ― Tiré de ella en un abrazo y besé su mejilla. ― Estoy tan feliz verte.

― Sí, puedo decirlo. Al ver que pasaste dos noches con mi nieto y una con mi nieto, pero aún no viniste a visitarme. ― Ella cruzó los brazos sobre su pecho, pero vi la mirada provocativa.

Abuela, o Shawnna para el resto de la ciudad, era del clan de la Alta Sacerdotisa. Ella cantó en la mayoría de las reuniones, una gran cantidad de sanación y cotidianas cosas místicas de vampiros si es necesario.

Ella también era a la abuela de Jimin. Después de que sus padres habían muerto, ella se hizo cargo de él y Rae. Yo la conocía de toda mi vida y la consideraba familia para mí, también. Solía volver loco a Jimin cuando la llamé a Abuela, pero una vez que había llamado, aprendió a tolerarlo.

― Considérame castigado― le dije, inclinándome hacia ella y llevando su mano a los labios para otro beso. ― ¿Será que fuiste a ver a mi madre después de que ella enfermó?

― Lo hice―, dijo. ― Tu padre finalmente la llevó a ver a un médico? Le dije que todo lo que estaba sufriendo no la mataría, sólo estaba debilitando su cuerpo. No parecía creerme, a pesar de que ambos eran obstinadamente contra dejar ver a alguien acerca de su condición.

― Están en Denver ahora con un especialista en sangre, ― dije aliviado de que Abuela también creía que mi madre no estaba muriendo. ― Es por eso que estoy en casa, en realidad. Entonces, ¿qué estás haciendo aquí hoy?

― Colección de zarzas―, dijo mientras señalaba a una cesta a sus pies. ― La mejor pregunta es ¿qué estás haciendo aquí?

― Sólo persiguiendo humo―, le contesté con un encogimiento de hombros.

― No pasó mucho tiempo para acabar aquí―, pensó. ― Acabas de patear a mi nieto a la acera, y ya estás de vuelta en este lugar lamentando la pérdida de su vínculo. Jung-kook pensé que era más difícil que eso.

― Yo no soy... eso ni siquiera es... ¿Qué diablos estoy haciendo, Abuela? ― Caí a la hierba y cogí mi cabeza entre las manos. ― ¿Por qué Jimin y yo somos un lío?

Abuela se sentó a mi lado y pasó un brazo alrededor de mi hombro.

Ella me apretó con fuerza y suspiró.