Dos hermosos meses sin el puto colegio. Mi madre había organizado el típico viaje.
A fines de enero, mi madre, mi mejor amiga y yo, ya estábamos en Myrtle Beach disfrutando de las vacaciones.
-Espero que este año los chicos estén mas buenos que el año anterior. -Le dije a Sophie, mi mejor amiga desde el kinder.
-Concordamos en algo estúpida-respondió con una mirada pervertida.
El año anterior, para nuestra fiesta de quince, con Sophie viajamos a Canadá. Como buenas zorras, nos besuqueamos con mas de cinco chicos en menos de dos semanas.
Nuestro vuelo aterrizó a las 11:00am, tomamos un taxi desde al aeropuerto hacia el hotel, mi madre se fue a tomar una siesta, mientras que Sophie y yo recorríamos el hotel y su hermosa vista frente al mar.
-Lea, pellizcame y dime que esto no es un estupido sueño.-dijo Sophie mirando hacia el océano.
-Como buena amiga, le pegue un puñetazo, eso la haría despertar mejor-
-Eres una perra, ven aquí inmunda-me gritó Sophie corriendo detrás de mi-
Corrí como nunca, mis peleas con Sophie eran mejor que ver cualquier boxeo, más cuando estábamos con las hormonas alteradas gracias a nuestro querido y puto amigo Andres. Baje las escaleras, si tomaba el ascensor me iba a pillar, corrí hasta la salida del hotel, llege a correr menos de media cuadra más cuando un idiota se puso en frente y caí sobre él.
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Ella una zorra, virgen. El un chico bueno, pero astuto. Juntos, dos idiotas enamorados.