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"Esto no puede seguir así, no puedes seguir haciéndome llegar tarde." Le regañaba mientras él no despegaba los ojos de su móvil, como si le diera igual lo que le estaba diciendo. "Claro, como a ti no te va a pasar nada..." Al final suspiró dramáticamente e hizo rodar sus ojos hacia atrás. "¿Y crees que yo voy a permitir que te pase algo a ti? Ahh... Relájate un poco." Esa era su solución para todo, pero mi trabajo era de todo menos relajante. Jimin tenía que estar a tiempo en sus ensayos con el coreógrafo, yo tenía que estar a tiempo en la reunión de inversores, y los demás tenían que estar a tiempo para grabar ese estúpido comercial. Pero supongo que los demás no eran mi responsabilidad. Cuando por fin dejé el coche aparcado en el parking y ya estábamos encaminándonos al ascensor mi móvil empezó a vibrar. Cuando vi que la llamada era de Jungkook quise ignorarla, pero Jimin me dijo que respondiera, que podía ser algo urgente.

—¿Qué pasa ahora? —Le pregunté de mal humor.

—Ah, por fin, llevo media hora llamando a Taehyung y no responde ¿Estás con Jimin? ¿Han llegado todos ya?

—Acabamos de aparcar, llegamos un poco tarde, ¿dónde estás?

—Bueno, ese es el problema. —Suspiró haciendo una pausa dramática. —Creo que me ha sentado mal el desayuno, he vomitado un par de veces y no me encuentro bien para conducir... ¿Podrías venir a buscarme?

—¡Jungkook! Yo ya debería estar en la reunión...

—Le he escrito al jefe, nos da media hora más. —Lloriqueaba. —Ven a buscarme, por favor.

—Dios, vais a acabar conmigo y solo acabo de volver.  Más te vale estar listo cuando llegue.

"¿Qué le pasa a Kookie?" Me preguntó en cuanto colgué el teléfono. Cuando le conté la situación me apremió a que le buscara, miró a cada lado para asegurarse de que estábamos solos y rodeó mi cintura con sus brazos, para terminar besándome después. Estaba convencida de que en algún momento este tipo de cosas nos metería en problemas.

Ni siquiera quiero hablar de lo que es el tráfico por la mañana en Seúl para una persona promedio, pero si encima estás llegando tarde al trabajo los niveles de ansiedad ascienden hasta las nubes. No solo iba a llegar tarde yo, si no que todos los demás, incluidos los fotógrafos y los cámaras estaban esperando a Jungkook. Pensaba que mi labor como "la chica para todo" se habría quedado atrás, pero parecía que no. Y a pesar de conducir como una puñetera lunática creo que la media hora que nos había dado el jefe se nos quedaría ridículamente corta.

Él me estaba esperando en la entrada de la casa con la mochila cargada al hombro, tuve que pitar con la bocina para que saliera del mundo en el que siempre anda perdido y viera que estaba ahí. Corrió y se montó en el coche tirando su mochila atrás. "Buenos días noona." Dijo dando un apretón en mi hombro y yo lo ajusticié con mi cara de malos humos.

La verdad es que me daba ternura, tenía las mejillas enrojecidas y los ojos más brillantes de lo normal, supuse que por haber estado vomitando o no haber descansado bien. Por lo general Jungkook no tenía ni un día malo, siempre relucía fresco y guapísimo, brillaba por encima de todas las personas corrientes. Se quitó los auriculares y encendió la radio de mi coche, pero estaba sorprendentemente callado para tratarse de él. Su pelo aún caía mojado, por lo que acababa de salir de la ducha, y de repente todo mi coche olía increíblemente bien gracias a él.

—¿Cómo te encuentras? —Le pregunté al final, preocupada por tanto silencio.

—Un poco mareado, pero se me terminará pasando, no te preocupes.

—No me preocupo, pero quizás deberías haberte quedado en casa hoy.

—No puedo, ya lo sabes, tenemos lo del anuncio ese... Ahhh, Namjoon va a matarme. Nunca has visto a Nam enfadado ¿Verdad? —Negué con mi cabeza. —Pues mejor, no sabes el miedo que da cuando se enfada.

7 DATES: JIMIN (BTS) *FINALIZADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora