Bueno, se podría decir que ahora se le llamaría acoso, pero para Taehyung era admiración. Su obsesión de quedarse a mirar las prácticas todas las tardes estaba creciendo, aunque no solamente eso.
Se podría decir que se empezó a quedar cuando miró a aquel chico de cabello castaño bailando "House of cards", una cancion algo erótica en el ritmo. Era algo disfuncional, no sabia como le atraía tanto el hecho de verlo bailar, sus movimientos eran perfectos, todo en él era realmente perfecto.
Sabía que el nombre del chico era Jungkook pero aún no se aventuraba a hablarle, pensaba hacerlo esa tarde, ya que sabía que esa tarde Jungkook se quedaba practicando solo.
Como era de costumbre salió de clases y se dirigió al salón de baile, aprovechando que no había nadie entró a ver como era, exploró todo, hasta que se percató que una de la bocinas estaba encendida. Entonces decidió sacar su celular para reproducir la canción de la coreografía de Jungkook; se la sabía de memoria, entonces, ¿por qué no practicarla? Con cuidado se quitó su mochila y la dejó en el piso, puso play a la canción y empezó a bailar cautelosamente mirándose al espejo. Se dejo llevar por la emoción y la euforia que le causaba el baile. Al terminar el baile, la segunda canción de una de las rutinas del castaño se hizo presente y pues, como era de esperarse tambien se la sabiá.
Su cuerpo se empezó a mover sin saber que es lo que hacia, simplemente seguia al pie de la letra la coreografia de Jungkook. Al terminar la rutina se miró al espejo dándose aprobación sin percatarse que aquel chico que tanto admiraba estaba viéndolo desde la penumbra del salón.
—aplaudió con cautela, saliendo lentamente de la oscuridad—sabía que alguien me miraba pero no pensaba que se supiera tan bien mis coreografías.
—se sobresaltó un poco debido al fuerte y firme tono de voz del chico—gracias, solo lo llamaré obsesión—intento regular su respiración, mirando por el espejo cómo se acercaba a paso lento—
—Me gustaría pensar que es con buena intención, ¿no?—se posó detrás de él, trazando la silueta de su cintura con el dedo-¿no es así, Tae?
—Yo diría que si, pero sabes que no lo es—soltó un leve suspiro y termino poniéndose frente al chico—
—¿Cuanto tiempo llevas observandome?—posó una de sus manos en la cintura del chico, tanteando con cuidado—
—El tiempo suficiente como para haberme aprendido con exactitud tus coreografias―sin darse cuenta empieza a sonar otra de esas canciones que se sabia de memoria y justamente siendo una rutina de pareja, que por obvias razones, los dos se sabian―
―¿Me concedes el deseo de bailar contigo?―el menor solo asintio con cautela y sus cuerpos empezaron a danzar al unísono—
Cada parte de ellos se movia con sumo cuidado y precaucion, se complementaban tan perfectamente. Taehyung habia descubierto su amor por el baile y cada vez se dejaba llevar más. Una vez que termino la rutina, se miraron por un largo rato. Sus miradas se conectaron y se comunicaron sin decir una sola palabra, lo que transmitieron fue deseo, lujuria, avaricia y picardía. Sus rostros se acercaron inconcientemente pero fue Jungkook el que lo detuvo.
—¿Si quieres hacer esto? Se que apenas te estoy conociendo pero ya me tienes enganchado—acaricio su cabello con cuidado—
—No lo sé, no estoy muy seguro, aunque si me gustas mucho Jungkook, te admiro mucho—lo miro fijamente a los ojos, buscando brillo en ellos—
—Que lindo, nadie me había dicho esas cosas—se tomó su tiempo para contestar y procesar lo demás—Me tengo que ir Tae, nos vemos mañana—se soltó de él y se fue del salón sin voltear a verlo—
Taehyung pensaba en lo que acababa de pasar, en su interacción con el, pensaba que fue de pura casualidad encontrárselo a esa hora, ya que su práctica empezaba a las 4, no a las 2. Encontró eso muy curioso pero no le dio importancia y se fue a su casa.
—Viniste temprano, ¿a qué se debe el milagro?—pregunto la mamá de Taehyung, dejando la toalla en la mesa de la cocina—
—Solo quería venir a descansar, no es nada del otro mundo, mamá—se acercó a ella para darle un beso en la mejilla—voy a mi habitación, voy a estar con mis auriculares por cualquier cosa—
—¡No le subas mucho cariño!—grito advirtiéndole a su hijo por el volumen—
—¡Está bien!—cerró la puerta de su habitación poniendo el pestillo para que no lo molestaran—
Se puso a ver su celular por unas 3 horas seguidas, teniendo sus audífonos al 100 con músicas depresivas, hasta que sintió su teléfono vibrar
Hola Taehyung-
—logró visualizar en una notificación, un número desconocido y el mensaje antes visto—¿que carajos?—desbloqueó su teléfono con la intención de contestar—
-¿Disculpa? -¿Quien eres?
El amor de tu vida-
Cuando Taehyung leyó eso, supo de inmediato de quien se trataba.
-¿Jungkook?
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Holaaaaaaa, estoy muy emocionada por esta historia aaaaaa, no sé de cuántas partes va a constar esta historia pero espero que no sea muy larga ni muy corta
