Su corazón latía a mil por hora, no sabía cómo había conseguido su número ni tampoco el porqué estaba escribiéndole así que solo intento calmarse hasta que el mayor le contestará.
—¿Jungkook?
Así es— Debes de estarte preguntando cómo conseguí tu número, pues es un pequeño secretito que se quedará bien guardado 😉—
—No se que decirte la verdad —¿Que necesitas?
Necesito verte—
—cuando el menor alcanzó a leer esto, su corazón dio un vuelco y abrió los ojos como platos, soltando un jadeo de sorpresa. ¿Acaso está soñando? No! Jungkook realmente quería verlo, ¿para que? Al parecer aún no sabremos la razón—
—¿Puedo saber el porqué?
¿Sabes que? Olvídalo, mañana hablamos..—
—Sin decir más, el mayor se desconectó y dejó a Taehyung con un sabor amargo en la boca, así que optó por no responderle y quedarse respondiendo la interrogante el mismo—
—Que raro.. estoy confundido—hablo para si mismo, encogiendo los hombros restándole importancia para después acostarse y caer en un profundo sueño—
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A la mañana siguiente, Tae se levantó de mala gana para apagar la alarma y meterse a bañar con toda la pereza del mundo.
Por otro lado tenemos a Jungkook, que estaba listo desde mucho más antes. El es del tipo puntual y aveces puede llegar a ser muy irritante, Jungkook si que no sabe controlarse. Bueno, la cosa era que se había levantado un poco más temprano para llegar antes que el rubio. ¿La razón? Quería hablar con el.
—¿Que me voy a poner hoy? Estoy harto de estar eligiendo mi ropa—hablo Taehyung irritado y de mal humor por el simple hecho de haberse levantado—No tengo nada, genial—se tiro a su cama gruñendo de frustración a una almohada—
—¡Taehyung! Se te hace tarde, sal ya de ahí—golpeó repetidamente la puerta de su habitación—
—Ya voy mamá!—se volvió a levantar de mala gana y se puso lo primero que encontró, bueno, lo más cómodo y así bajo a desayunar e irse al colegio con el mal humor que se andaba cargando—
Solo le tomo unos 20 minutos llegar al colegio y cómo era temprano suspiro de alivio al ver que sus profesores no lo estaban hostigando para que entrara a su salón de clases, ahora el dolor de culo era hansoo, ese enano que tanto lo jodia y le hacía malearse aún más.
—¡Taehyungiee!~—alargó la palabra a propósito y se le acercó por atrás, casi tumbándolo al suelo—
—No empieces con la misma mierda de siempre, hansoo. No estoy de humor—le gruño el menor tratando de zafarse de él enano que tanto le molestaba—
