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Aquel Hombre que conoció una vez en una expedición con su padre le robó el corazón, siempre tuvo la esperanza de que algún día pudiera hablar con él, pero era demasiada tímida ¿Cómo una nerd de la arqueología se acercaría a un tipo como él? Y lo más importante....¡¿Cómo enamorarse del socio de su padre?! Así que simplemente ignoraba aquellos sentimientos que apenas brotaban, de seguro solo era su loca imaginación.

Pero su loca imaginación, no hacía que se ruborizara cada que lo veía ¿O sí?....

Mientras más pasaba el tiempo, el Doctor Abdul El-Faouly ya no llevaba seguido a su pequeña escarabajita a sus expediciones, se volvían cada vez más peligrosas, y no quería que le pasara algo, e incluso pensaba ya en retirarse para así disfrutar más tiempo con su hija, así que su última expedición sería dentro de 2 días, una tarde la chica de cabello chino llegó alegre con un regalo para su padre, una bufanda de color fiusha con unos bordados de escarabajo en ella, quien orgullosamente hizo para él, sabía que sería su última misión para así poder pasar tiempo con ella y descansar de todo, aunque eso significaría que no vería más a Spector, los últimos años guardo distancia con él, y a veces solo cruzaban un par de palabras y miradas, creía que aquel sentimiento había muerto con la distancia pero no, solo se hacía más fuerte.

Llegó el día, Layla quería convencer a su padre de que la llevara, pues irían a dentro de una pirámide en busca de algo que sorprendería al mundo, pero su padre le dijo que no, que podría ser peligroso para ella, y que era mejor que siguiera con sus proyectos de recuperar las piezas robadas, la chica con algo de tristeza acepto la decisión de su padre, se despidió de él y le deseo un buen viaje, que ella lo esperaría para poder por fin descansar...
Esa madrugada llegó una trágica noticia...La muerte de su padre, le rompió el corazón a Layla, se culpo de no poder haber ido con el o decirle que no fuera y que mejor dejara a sus demás colegas hacerlo, pero el tiempo no se puede manipular y mucho menos cambiar lo sucedido, durante el funeral algunas personas fueron, Layla  se veía cansada por tener una mala noche, aún así intento mantenerse lo más fuerte, sus ojos estaban cansados de llorar, durante el entierro, ella solo dijo unas palabras de despedida y veía como aquel hombre que le enseño todo ahora estaría en un lugar que no podría ir con él, su pequeña escarabajita estaría sola apartir de ahora, cuando la gente se iba poco a poco solo un hombre se quedó aún....

- Lamento tu perdida, Layla, tú padre fue un gran hombre, y lo que necesites cuenta conmigo-

Layla lo miro por un instante, aquel hombre que le hablo era Marc, se veía apenado por la perdida también, pues fue socio igual, ella intento sonreír un poco ante la ayuda.

- Gracias señor Spector, se que para mí padre usted fue un buen colega y amigo.... -

- no me digas señor, dime mejor Marc -

- está bien, Marc...-

Los días malos, Layla tuvo la compañía de Marc, a veces salían a dar un paseo por el barrio, otras iban a comer o tomar karkadé, y como pasaba las estaciones, los sentimientos en ambos crecían hasta llegar a ser algo más intenso....

Una tarde Marc tenía pensado en algo que jamás imagino, pedirle matrimonio a Layla, así que espero el momento perfecto para hacerlo, en cuanto llegó la chica a casa, encontró la habitación poco iluminada, la luz tenue de unas veladoras sobre la mesa, una botella de vino y su comida favorita, en la silla esperaba Spector...

- ¿Marc, que significa esto? -

- Es una sorpresa....ven, siéntate, de seguro tienes hambre -

Layla camino a la mesa, se sentía nerviosa de lo que ya su mente imaginaba, cenaban y platicaron de otras cosas, de cómo fue su día, cuando terminaron de cenar, Marc tomo su mano delicadamente...

- Layla...no sé cómo empezar sin sonar tan cliché, pero quiero que sepas que desde el momento en que estuve contigo, mis días son tan tranquilos, y quisiera que así fueran todos los días de mi vida.... -


Marc sacaba una cajita de su bolsillo y la abrió mostrando un hermoso anillo de compromiso, era de color plata y con una hermosa gema color turquesa en el centro, Layla estaba sorprendida por ello, llevándose las manos a la boca ocultando sus ganas de querer llorar por la emoción.

- Layla El-Faouly....¿Quisieras ser mi esposa? -

- Marc ...yo ...¡Si acepto! -

Emocionada extendió su mano para que él le pusiera el anillo, se levantaron para poder abrazarse, era un sueño para ella, desde que lo conoció a vista la enamoró, y ahora era el momento más emotivo de su vida, realmente quería ser parte de él....

Lo curioso fue que la propuesta de matrimonio había sido tan rápida, ¿Porque el insistir casarse antes? Bueno tenía que ser de la misión para encontrar la tumba de Ammit, un proyecto que le contó  Marc a Layla un mes atrás que en  un descuido ella encontró a Marc transformándose en una especie de justiciero, la primera mentira oculta que tenía Marc, podían haberse casado para el siguiente año, poder planearlo bien e invitar a familia y amigos, pero ahora la misión era más importante, para aparentar las cosas se organizó una boda sencilla, solo con personas de confianza extrema, Layla tenía un vestido blanco sencillo, la boda se hizo según la tradición Judía por parte de Marc, durante la fiesta la pareja de recién casados estaban algo incómodos o por lo menos por parte de él, pues Marc necesitaba salir lo antes posible para no perder tiempo, aparte se sentía culpable por haberle hecho eso a Layla, usarla solo para limpiar su conciencia y su ayuda en encontrar el escarabajo que llevaría a Ammit, la miro por un instante, ella se veía felíz, aún si no se daba cuenta de que era una farsa todo esto, ella disfrutaba de estar casada con el hombre que amaba, una canción empezó a sonar, la mujer tomo del brazo a su esposo para que bailarán, él fue con ella, bailaban al ritmo de la música....

- Marc, te amo....-

- yo también te amo Layla....-

- promete que los dos estaremos juntos en esta misión, no quiero que te pase como lo que le pasó a mi padre ...no soportaría perderte, ahora somos un equipo -


Aquellas palabras hicieron un hueco en el estómago a Spector, y un dolor en el corazón, pues no tenía las agallas de decirle toda la verdad a su ahora esposa, segunda mentira que tendría que mantener, solo la abrazo....

- Lo prometo....-

Dijo mientras miraba a un edificio donde solo él pudo ver una silueta familiar....aquella Deidad ahora estaría ahí presente también....

¿Cuántas mentiras más vendrían para un matrimonio falso?

Wedding Donde viven las historias. Descúbrelo ahora