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Y nuevamente las oscuras aguas del mar los rodeaban sin tener fin.

Era realmente muy temprano, aunque adivinar la hora después de pasar por variadas zonas oscurecidas lo volvía más complicado. Podían decir que era de madrugada, eso era más que cierto y algo que también podían digerir.

No articularon ni una palabra ¿Quién podría después de lo que acababan de vivir? pero no podía ser cierto. Todo lo ocurrido pareció tan inverosímil, absurdo, bastante raro y alarmante a su vez. No había más señales que indicaban que aquella estructura realmente había estado allí, se había hundido y con ella también las pruebas de su existencia. Pensando con un poco más de lógica, podía haber sido un truco de su mente por el estrés. ¿Una alucinación para ambos? Inclusive los efectos retardados de algún don que los hizo soñar lo mismo.

Bien, algo era cierto, todo se sintió muy real y falso a su vez.

El sofocante silencio siguió, las olas más calmadas y en ocasiones las estrellas plateadas como luces eran reflejadas en el espejo que era el agua imperturbable del mar. Seguían siendo hermosas, deslumbrantes y temibles.

La calma reinó y el par de jóvenes se recuperó con lentitud de su estupor.

El primero en intentar moverse fue el héroe. Se sentó y vio alrededor. Apreciar el magnífico paisaje era una buena forma de despertar de un sueño. << ¿Un sueño? >> Se preguntó nuevamente. Después se dirigió a su compañero. La figura del mayor era fácilmente iluminada por los astros, no era complicado ver a pesar de que el sol no daba señales de aparecer aún.

Rody igual lo vio. Sus ojos mostraron aún algo de lejanía, pero comenzaron con un viaje a lo largo de los brazos del héroe, fijando una ruta hasta sus manos. Terminó de comprobar que no había heridas en el resto del cuerpo y suspiró con cansancio, se estiró aún boca arriba y se incorporó al lado de Izuku.

El otro tomó su mano e igual lo revisó de pies a cabeza. Sintió alivio tras no encontrar nada y de nuevo su cabeza volvía a funcionar correctamente. Bien, era momento de regresar a su papel de héroe, ya descuidó bastante ese importante actuar.

- ¿Tienes alguna herida? ¿Hambre? Aún conservamos una lata-. Esperó la respuesta del castaño, que llegó poco después.

-Creo, que estoy bien. No tienes que preocuparte, tampoco tengo apetito-. Sonrió en su dirección y su gesto habitual de despreocupación volvió por completo. - ¿crees que Pino esté bien? En realidad, nunca había estado tanto tiempo sin estar cerca de él, o tan lejos, aunque no sé donde estamos, y por lo menos han pasado varias horas. ¿Desaparecerá si estamos lo suficientemente separados? Tal vez lo compruebe cuando vuelva a verlo, pero estoy casi seguro de que no le pasa nada.

Deku escuchó, preguntas también surgieron de su parte con respecto al don de Rody y este contestó algunas para llenar el vacío. Él también preguntó una que otra cosa al de cabello verde y concluyó otra vez que resultaba muy útil en muchas ocasiones. Izuku hizo lo mejor que pudo para responder a pesar de las trabas de no poder hablar sobre su quirk sin restricciones de información.

-Y, ¿qué tal están tus hermanos? – siguió la conversación, recordando como el contrario adoraba hablar de sus pequeños.

-Oh, muy bien, sí. Se emocionaron mucho cuando recibí la carta hace unos días. Durante el viaje también lo estaban. Realmente fue genial, y Japón es muy bonito, nos encantó al menos lo que vimos. Después de pasar tantos años viendo el mismo paisaje aburrido de siempre, resulta muy sorpresivo llegar a otro lugar totalmente diferente-. Concluyó. Poco a poco el ánimo del castaño aumentó y terminó contando algunos detalles más sobre su viaje, lo que hacía cuando recibió la carta y demás.

365 Minutos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora