La visita anual que el Campamento Mestizo puede realizar al Monte Olimpo durante el Solsticio de Invierno no transcurre como de costumbre, normalmente los semidioses asisten con la esperanza de hablar con sus padres divinos, sino por seres superiore...
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—... y gracias a mi liderazgo, hemos tenido otro año...—
Molestia y aburrimiento era lo que sentían todos los presentes en salón del Consejo Olímpico, durante la reunión de solsticio de invierno.
Reunión a la cual asistían los miembros del campamento mestizo, algunos dioses menores, el centauro entrenador de héroes y los mismos miembros del consejo, pero la mayoría trataban de que no se notara su molestia o aburrimiento, si no que pareciera que estaban prestando atención al discurso del hijo menor de Kronos y Rhea, Zeus el dios del rayo y rey del Olimpo
O al menos los semidioses, el entrenador de los mismos y los dioses menores presentes, mientras que Poseidón y Hades habían renunciado a prestar atención desde que inicio la reunión, con el hijo mayor de Kronos trabajando con una... especie de Tablet con la que se mantenía al corriente con los deberes del Inframundo, Poseidón por su parte estaba creando pequeñas figuras hechas de agua para evitar quedarse dormido.
Deméter intercalaba entre mirar a su hija Perséfone con una sonrisa y fulminando a Hades, quien la ignoraba. Hestia atendiendo el fuego en el centro de la sala, Hera mantenía una mirada y apariencia con altivez.
Hefesto jugueteaba discretamente con sus manos, construyendo pequeños aparatos, Ares sen entretenía afilando unos cuchillos, Artemisa tenía una mirada aburrida al igual que Dionisio, quien estaba cabeceando ligeramente debido al aburrimiento que lo estaba llevando el reino de Morfeo, Afrodita estaba mirando un espejo de mano cualquier nano imperfección que solo ella podía ver en su rostro, Apolo y Hermes estaban hablando con señas discretas para que Zeus no los notara, mientras planeaban alguna forma de entretenerse terminando la reunión.
Solo Atenea mantenía una apariencia regia, a pesar del aburrimiento y molestia que también sentía.
Sin embargo, los semidioses a pesar de sus mejores intentos de mantenerse atentos y concentrados en el discurso de Zeus que llevaba casi una hora, su TDHA no les estaba ayudando y los tenía casi en su límite, especialmente los semidioses no reconocidos por sus progenitores divinos o más resentidos con los dioses.
—...como mi gobierno nuevamente a demostrado...—
—Ya cállate— pensaba Poseidón, aunque no tenía deseos de comenzar otra discusión con su hermano menor, pero sin saber que muchos otros pensaban lo mismo, deseando que algo pasara y terminara con el discurso de Zeus
