El "había una vez" es el típico comienzo que se le da a un cuento de hadas, en el que con solo verse una vez el destino las vuelve almas destinadas para un felices por siempre... ¿realmente es así? Pues la fantasía tiene algo de cierto y es el desti...
«No importa cuánto veas a una persona, solo cuando te acercas verás una verdadera impresión de su forma de ser»
Nah! Puras patrañas que el profesor de humanidades dijo para tratar de que la convivencia en el salón no fuera tan desastrosa como parecía y como era, todos tenían un papel y esa era la verdad sin nada más que descubrir, la chicas populares encargándose de ser las más bonitas, los matones siendo matones y los ratoncitos pues los ratoncitos de biblioteca, débiles y fuertes y se acabó, todos ya habían mostrado ser lo que eran y lo que siempre serían pues "el que es, no deja de ser" y ya llevando más de 5 años con los mismos compañeros ya se sabe con quién no cruzarse y con quién sí.
Lastimosamente, a veces es inevitable tener que lidiar con algunas personitas en el camino, y en especial cuando estás solo y ellos están aburridos
Chica1: Hola (tu nombre)~ qué haces aquí solit@~?
Chica2: ya que no pareces muy ocupado, queremos pedirte que nos hagas un par de cosas
Chica3: entre esas cosas, es la tarea- con una sonrisa - sabes que pasará si te niegas verdad?
Sus voces coquetas e insinuantes solo causaban molestia, era claro que ahora te querían convertir en su lacayo personal y no te dejarían en paz por un buen rato, mucho menos siendo ellas mayoría... Nadie se interponía, pues no querrían problemas, o siquiera se atrevían a tratar de ayudar a la víctima, después de todo solo era simple diversión... Verdad?. Nadie intervenía y eso era lo común, pero ese día, alguien al fin alzó la voz...
- y por qué no la hacen ustedes? Ni modos que siendo tres cabezas no puedan con unos simples problemas matemáticos... Oh bueno, es verdad que solo invierten en su cuerpo y poco nada en sus cabezas
Con supuesta pena y sarcasmo se escuchó una voz suave, seria pero sobre todo melódica, una postura superior con un libro en su mano derecha cerrado, reconocías y desconocías a esa persona, la habías visto tantas veces leyendo por ahí e incluso solo sabías que era de una de las clasificadas "débiles" y ratoncitos de biblioteca... Ahora parecía todo menos débil aquella señorita de hebras castañas.
Personaje del escenario
Rebecca Wolof
Femenino
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