Si alguien te preguntaba, no, no te arrepentías de haberte ido de casa tan joven, no querías más reglas, no las reglas de ese hombre que se hacía llamar tu padre, preferías tu actualidad de un apartamento horrible, en un barrio peligroso de mala fama, pequeño, sucio y con escasamente tener para una comida decente por día (a veces si tenías suerte dos)... Que volver a esa vida llena de lujo bajo el mando de tu padre que era manipulado por tu madrastra y hermanastro, todo era mejor que estar con ese trío de tarados... Bueno, no mejor pero por lo menos estabas con algo más de libertad y comodidad, las únicas cadenas eran algunas deudas del arriendo y servicios y la comodidad de un colchón era más que suficiente... Ya tenías tu tiempo así pero sabías que poco a poco lograbas mejorar tus condiciones... No?
- a quien engaño? - expresarte con cabellos desesperados, en el suelo y con un recibo alto en las manos
La vida se volvió cara de eso no había duda, y sabías mejor que nadie las consecuencias, necesitabas un milagro, ya no podías contar con tus amigos, sería abusar de ellos. En tu desespero, pronto tocaron a la puerta, pensando que era el cobrador del alquiler, quisiste fingir que no estabas, pero la puerta y el timbre siguieron tocando
- ¡Oye ya! Te dije que era mi día libre! ¡No me-
No pudiste terminar, pues al abrir la puerta viste a unos hombres vestidos de negro, de traje escoltando a una señorita que apenas si lograste ver por el pánico, quienes eran?
Personaje del escenario
Erika Blackwell
Femenino
ESTÁS LEYENDO
Conexiones || Rol Play ||
FantasyEl "había una vez" es el típico comienzo que se le da a un cuento de hadas, en el que con solo verse una vez el destino las vuelve almas destinadas para un felices por siempre... ¿realmente es así? Pues la fantasía tiene algo de cierto y es el desti...