YumeKira A,B,C

A

Amor

¿Porque una mujer de mi clase estaba en este lugar?. Es verdad que Sayaka me había dejado pero no era para venir a una subasta de chicas

—¿Oye Sachiko esto no es ilegal?—

—No te preocupes Kirari, la adquisición es solo por tiempo limitado—

Sachiko ya había adquirido a cuatro chicas, nada raro en ella pero yo no sentía nin tipo de atracción hacia ninguna. Todas eran chicas que estaban allí para conseguirse a alguien con dinero

—Me voy—

—Oh vamos Kirari, no has adquirido nada. No puedes dejarme sola, venimos por tí—

—Solo yo decido cuando me quedo o cuando me voy—

—Claro, claro. Sientate unos minutos más—

—Ya te dije que n......—

Cuando el presentador dejo pasar a la siguiente chica, mis ojos se encontraron con ese par de ojos rojos como la sangre, piel blanca, un cuerpo perfecto adornado con un vestido bastante provocador y esa larga cabellera negra

—Dios mío que maldito angel. Ofresco un millón—

La idiota de Sachiko abrió la subasta y los millones comenzaron a subir hasta llegar a 10 billones

—Maldito viejo asqueroso, voy a matarlo cuando salgamos y le robaré a la chica—

Había algo en esa chica que me hacía sonreír como idiota y sin darme cuenta levanté la mano

—20 billones—

Todos giraron a verme por la enorme suma y el presentador cerro la subasta. Escuché varias maldiciones pero que más daba

—Kirari tú sabes que te quiero mucho. Incluso te traje aquí después de que te engañaran de esa manera con tu hermana—

—No Sachiko—

—Oh vamos solo una noche, te daré todo mi dinero—

—Claro que no. Tú siempre usas esas cosas sádicas, dejaras su cuerpo arruinado—

—Eres una mala amiga—

—¿Quien dijo que somos amigas?

—Jodete—

Salí del teatro y mande al chófer por mi adquisición. Deposite el dinero y me mandaron el contrato, tendría a la chica por un mes

—Eso bastará—

—Buenas noches Momobami-sama—

Dios mío su voz es como la de un ángel, no puedo esperar para escucharla gemir

—¿Cuál es tu nombre?—

—Yumeko Jabami a su servicio—

—Es tu primera vez haciendo esto ¿Verdad?—

—Asi es—

—¿Porque?—

—Aburrimiento—

—Que hubieras hecho si ese viejo se hubiera quedado contigo—

—Quien sabe. Era un juego arriesgado pero al final no salió tan mal—

—Jajajaja. Empiezo a creer que pensamos igual—Yumeko estaba sentada en los asientos frente a ella así que le hizo una seña para que se acercará para sentarse sobre sus piernas—espero que estés preparada porque no vas a dormir hoy

—Usted manda Momobami-sama