Rogaba porque las manecillas del reloj no se detengan en las doce.
Son las once y treinta de la mañana y se supone que ya debería de estar en camino a la agencia para pedir el trabajo, pero es todo lo contrario. Me encuentro tratando de ponerme uno de los primeros zapatos que encontré en la maleta al abrirla.
Joder, voy a llegar tarde y todo por culpa de la maldita alarma de mi celular, bueno no es técnicamente culpa del celular porque yo soy la que lo manejo, el asunto es que puse mi alarma supuestamente a las nueve de la mañana, pero por accidente creo que programe la alarma para que me suene a las nueve de la noche. Que frustrante.
- Tranquila, no tienes que llegar exactamente a las doce - comenta Molly que se encuentra encima de la cama, con sus pijamas puestos mientras come un pan tostado con mantequilla de maní.
- Si quiero conseguir el trabajo, tengo que dar una buena impresión llegando temprano.
- Está bien, está bien - dice relajada - le dire a mi chofer que te lleve.
- No te preocupes, intentare tomar el metro, revise en mi telefono que habia una estacion a tres cuadras de aquí.
- De eso nada - dice moviendo su cabeza de un lado a otro en forma de negación.
- No, de verdad yo puedo ir a...
Antes de que pueda terminar lo que iba a decir ella se adelantó a hablar.
- Si quieres llegar temprano, el metro no será una de las mejores opciones que puedes tomar - dice tomando su teléfono - además mi chofer puede llevarte, te voy a pasar la dirección por mensaje y tú le dices a dónde vas y listo - hace manos de jazz y vuelve a retomar la vista a su teléfono.
Una notificación en mi teléfono me avisa de que Molly ya me a enviado la dirección,
- Cómo es que has conseguido mi número? - pregunto algo confundida. Yo que recuerde no se lo he dado todavía.
- Es fácil obtenerlo cuando dejas el celular desbloqueado encima de tu cama mientras te ausentas un buena rato - sonríe inocentemente.
- Enserio muchas gracias por tu ayuda - conteste mientras voy tomando mi bolso.
- No hay de que - dice parándose de la cama - el chófer te estará esperando abajo y si quieres llegar temprano, te recomiendo que ya bajes porque falta veinte minutos para el medio dia.
Rápidamente tomo mi celular y lo meto en un pequeño bolso que traje desde casa.
- Enserio muchísimas gracias, Molly, nos vemos más tarde - digo mientras salgo apresuradamente de la habitación para dirigirme al elevador
- Que te vaya bien - escucho su grito bajando las escaleras, pero no alcancé a responderle porque ya me encontraba dentro del elevador y las puertas ya estaban casi cerradas.
Cuando ya estaba en el parqueadero, el chofer de Molly se encontraba parado frente a la camioneta y cuando me vio, abrió la puerta para que yo entrara.
- Buenos días - salude en su idioma natal con amabilidad.
- Buenos días señorita - me responde el saludo pero en inglés, lo cual me hace regalarle una sonrisa amable en señal de agradecimiento por hacerme un poquito más fácil la estancia aquí.
- Gracias - le agradecí al momento en que ingrese al auto.
- De nada señorita - dijo mientras cerraba mi puerta y rodeaba la camioneta para subirse.
Me siento más cómoda sabiendo que el chofer de Molly habla inglés.
- A dónde la llevo?
Le digo la dirección y seguido de eso emprende camino hacia dicho lugar.
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Dos Pequeños Trabajos Extra
Novela JuvenilVivir en un ambiente donde solo se puede escuchar el azote de una puerta, golpes e insultos no es vida para nadie y sobre todo para Blair. Ella siempre tuvo claro su objetivo. Estudiar lo más lejos que pueda. Conseguir una beca en Italia fue una de...