Mi Hermanastro [MinYoongi]

2. Yoongi

Capítulo Corto.. ✨

Llegamos a una casa color blanca, muy bonita, mi padre tocó la puerta y salió Liz, la novia de mi papá, nos saludo, y luego nos dejó entrar, en la sala vi a una chica, tal ves de mi edad, o tal ves menor.

Ella es una chica no tan delgada, pero con un cuerpo perfecto, hacia que sus curvas se notarán más. Tiene una cabellera larga castaña y unos ojos color miel.

Me quedé sorprendido por su belleza, la salude estrechando mi mano, y cuando la tomó, un escalofríos recorrió por todo mi cuerpo, no entendía por que sentía eso, creo que fue una conexión instantánea.

Nos sentamos en la sala, donde platicamos por horas, luego Liz y ella se pararon a preparar la cena, mi padre y yo nos ofrecimos a ayudarlas.

Mi papá se fue con Liz y yo me quedé a lado de Tn, le pregunté si podía ayudarla en algo, pero ella solo me veía, como si me estuviera escaneando de pies a cabeza..
Volví a hablarle, hasta que salió de su trance..

Me miró algo sonrojada, me pidió poner los tapetes en el comedor, luego llegó mi papá y Liz con la cena y nos dispusimos a cenar.

Al terminar de cenar, nos despedimos de ambas, mañana tengo que ir a la universidad y mi papá a trabajar, nos subimos al auto y mi padre manejó hasta la casa.

Papá: Como te la pasaste?

Yg: Muy bien papá —le dije mientras pensaba en la hermosa Tn—

Papá: Que tal te pareció la hija de Liz?

Yg: Es realmente hermosa papá, por que no me dijiste que iba a tener una hermanastra así de hermosa —le dije con una sonrisa en mis labios y recordando cada parte en la que no pude dejar de mirarla—

Papá: Si, sacó la belleza de su mamá  —me dijo con un suspiro— Pero acuérdate que va a ser tu hermana y quiero que la trates, que la cuides como tal, entendiste?

Me dijo en tono serio, mientras seguía viendo la carretera.

Yg: Si papá —le dije mientras recordaba aquella chica y esos hermosos ojos color miel—

Pasó casi una semana cuando ellas se fueron a vivir con nosotros, al principio se sentían raras pues se les notaba a simple vista, pero después de días ya se habían acoplado a la casa, al igual que a nosotros, por qué fue un cambio repentino para todos.

Más en nuestro caso porque estábamos acostumbrados a vivir solos, a veces olvidábamos que estaban ellas y salíamos en bóxer por toda la casa, hasta que no las topábamos y corríamos a cambiarnos, era tan gracioso.