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¿Alguna vez hiciste algo que sabías sin duda alguna que iba a acabar lastimándote?

No tiene explicación lógica porque se dice que la naturaleza del ser humano es ser egoísta, que solo nos interesa nuestro propio bien y no el de los demás, y aún así hay veces que desafiamos esa afirmación al lastimarnos a nosotros mismos, a veces para el beneficio de alguien más, y otras porque tal vez sentir ese dolor es todo lo que anhelamos.

Donde las palabras y acciones duelen es donde una vez hubo algo que nos hizo felices, una felicidad que por una otra razón acabo desapareciéndo por completo hasta ser reemplazada por el dolor de perderla.

Sabemos perfectamente que volviendo al mismo lugar no vamos a encontrar esa felicidad de nuevo, sabemos muy bien que lo único que vamos a encontrar es dolor y nostalgia, pero al mismo tiempo tenemos muy en claro que vamos a recordar lo que fue, las sonrisas, esos momentos en los que solíamos ser tan felices que llegabamos a pensar que tal vez podríamos tocar las nubes con las puntas de nuestros dedos, esas ocaciones en las que solíamos reír a carcajadas hasta que nuestras mejillan empezaban a doler.

Tal vez el ser humano es egoísta y suele velar por su propio bien, pero también tenemos sentimientos y somos capaces de lastimarnos con tal de ser capaces de recordar, tal vez ese es el motivo por el cual Hoseok se encuentra caminando hacía ese café frenando sus pasos antes de llegar a la puerta.

Sabe que ahí adentro se encuentra Kim Namjoon tal y como lo habían a ocordado en la conversación que tuvieron por mensajes hace tan solo dos días, sabe qué ahí esta él, su primer amor, la primera persona que lo lastimo logrando cambiar por completo su personalidad.

Como también sabe que luego de hablar con el chico va a ir corriendo a casa de Yoongi y Tae donde probablemente también este Jimin, para llorar mientras ellos lo consuelan a pesar de que le dijieron una y otra vez que no era buena idea este encuentro, que el pasado es pasado por algo y no hay que intentar darle lugar en el presente.

Pero es que en el pasado Hoseok no podía imaginar un futuro sin Namjoon y ahora que en su presente no lo tiene simplemente le duele demasiado y no sabe que es peor, sí tenerlo a su lado o perderlo para siempre.

El dueño de esa sonrisa que muchos comparan con él sol toma un profunda respiración y finalmente entra en la cafetería ignorando por completo el hecho de que el atardecer esta desapareciendo para convertirse en el cielo nocturno.

Ni siquiera tiene que esforzarse por encontrar a Namjoon, como siempre es la primera persona que capta su atención al entrar, esta ahí sentado tranquilamente en una de las mesas cerca de la ventana, con sillones como asientos mientras sus ojos se pierden en el exterior.

Aún no puede creerlo ¿Esa persona a solo algunos metros de él realmente es Kim Namjoon? Ese chico que siempre tenía una sonrisa amable en el rostro haciendo relucir sus hoyuelos de una forma adorable, solía llevar esa ropa holgada que Hobi amaba robarle y el cabello todo desordenado como sí acabase de despertar, ese Namjoon un poco torpe, adorable, honesto, amable y un poco testarudo ya no esta, no quedan rastros de lo que fue, solo una silueta.

Una silueta que sin duda lleva su rostro pero se viste elegantemente con un traje diferente cada día, su pelo corto y aplastado por el gel prolijamente, su mirada...su expresión es simplemente dura, como si no quisiera que nadie se acerque a él pero entonces ahí esta, con los ojos perdidos fuera de la ventana con la tristeza marcada en cada celula de su rostro.

Hoseok finalmente toma la valentía necesaria para acercarse a él y eso hace tomando asiento en frente suyo sin decir una sola palabra logrando acaparar toda la atención del empresario.

—La clase se alargo más de lo normal.

Afirma el futuro veterinario queriendo explicar el motivo de su retraso de poco más de veinte minutos.

Rain [Kookmin Au] 📘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora