✤ C H A P T E R 1

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Ya habían pasado más de dos días desde la marca y no había señal de ese alfa. Me sentía deprimido y me sentía inútil. Pensé que si me distraía con los estudios y trabajos pendientes no me iba a sentir mal, pues estuve equivocado. Sentía su felicidad y sus miedos en plena clase y eso me hacía dudar si era porque me marcó o por otra omega.

Debo controlarme.

Me recosté sobre mi carpeta, me sentía solo, muy solo y utilizado. Tal vez los rumores eran ciertos sobre Jeon Jungkook. Todavía no recibía noticias sobre Jungkook, a pesar que Jimin prometió ayudarme. Empecé a jugar con mis dedos al darme cuenta que no tenía nada que hacer con mi vida.

Respira y cuenta, Tae.

Traté de calmarme cuando sentí que iba a tener un bajón. Respiré y traté de dormir hasta que el siguiente grupo llegara, pero unos gritos de Jimin me hicieron quedar despierto.

—¡Regresa aquí, idiota! —gritó—¡Eres un cobarde o qué, Jeon Jungkook!

Me puse de pie al escuchar su nombre. Él estuvo cerca de mí y no le importó. Fui hacia la puerta y vi como Jimin jalaba, a puras penas, del hombro de Jungkook. Escuché a varios omegas quejarse del por qué Jimin agarraba de Jungkook, rodé los ojos y fui ayudar a Jimin, pero sentí miedo al escuchar los gruñidos por parte de los alfas presentes al estar cerca del alfa problemático, lo que causó que esté se dejara de resistir al agarre de mi amigo y solo me mirara, específicamente, a la marca sobre mi cuello.

—¡Hey, alfa idiota, te estoy hablando! —reprochó Jimin—¿Eres tan cobarde que no quieres enfrentar las consecuencias de tus acciones?

El alfa dejó de mirarme para prestar atención a Jimin. Deshizo el agarre del omega y se alejó lentamente, pero sin antes decir:

—L-lo siento mucho si le falté el respeto, Taehyung hyung.

¿Por qué lo sentía?

Jimin trató de seguirlo, pero lo detuve. Suspiré. Mientras lo guiaba hacia los jardines de la universidad, traté de calmarlo. Sobe su espalda varias veces y le tarareaba una canción. Él sonrió y se recostó sobre mi pecho mientras caminábamos.

—Si yo fuera un alfa, te consentiría todo el tiempo, Tae —comentó con dulzura—Idiotas los alfas que no ven lo especial que eres.

Sonreí por su comentario final.

¿Qué haría sin ti, Jimin?

Al llegar a los jardines, nos sentamos en una banca y le di su tiempo para que hablara, y cuando llegó el momento, me sorprendió lo que dijo aunque en el fondo de mi corazón ya me lo esperaba.

—Él no se quiere hacer cargo.

—¿Te lo dijo él mismo?

—No, pero evadió todas mis preguntas y mis regaños al tocar ese tema. Lo siento mucho, Tae...

Sentí una punzada en mi corazón. Toda la esperanza que tenía sobre él, sobre que los rumores no eran ciertos de él desaparecieron a escuchar a mi amigo. Tragué duro y me enfoqué a controlar mis sentimientos.

—N-no te preocupes, hiciste lo que pudiste —lo animé al notar su cara de decepción al no poder ayudarme—. Como tú dijiste, son idiotas las alfas que no me valoran, ¿cierto? P-pues, ahora que sé como es Jungkook... —Traté de darme ánimos internamente para terminar lo que iba a decir, pero la presión incrementó al sentir la mirada de Jimin sobre mí—. Tendré q-que supe-

Me tapó con su mano mi boca.

—Se nota que te duele y mucho, así que no te fuerces a decir algo que en verdad no quieres. No seas perfecto como yo, no me gustaría que pasarás por ello.

—¡No sé que haría sin ti, Jimin! —Lo abracé, llorando.

Él rió y me dio palmaditas en la espalda.

—Es obvio que te morirías.

☽ ☾• ° *

Saqué la tarjeta de mi bolsillo y lo puse frente a la pantalla pequeña para que la puerta de mi cuarto se abriera. A pesar que mi cuarto era pequeño, tenía todo lo necesario: una cama, un armario pequeño, un escritorio para hacer mis trabajos y comer, y una ventana. Y todo se lo debía a los padres de Jimin.

Los padres de Jimin eran unos reconocidos empresarios y modelos en toda la industria de la moda, pero a pesar de tener sus lujos, preferían lo más sencillo para su vida y para su hijo. Ellos eran un amor de personas y más conmigo luego de salvar a su hijo de que se suicidara y todo era por culpa de sus compañeros de clase.

Nunca serás perfecto.

Tus padres parecen dioses a comparación de ti.

Solo tienes belleza, pero creo que no tienes cerebro.

Eres gordo, no sé por qué te ofrecen ofertas de modelaje.

Estás flaco, debes comer más

Y más.

Lamentablemente, Jimin todavía sufría secuelas por esa etapa de su vida, pero aparentaba que todo estaba bien y mentía muy bien. Agradecía a la diosa Luna por haberme permitido ser el mejor amigo de un omega fuerte y determinado.

Sonreí al ver una foto de los dos graduándonos del colegio y festejando por entrar a la universidad que queríamos. Él era un buen amigo y yo solo era una carga para él al traer más problemas en su vida. Él no lo merecía. Iba a poner en otro lugar la fotografía para que estuviera más cerca de mí, cuando escuché unos toques en la puerta.

¿Quién será?

—¿Jimin, eres tú?

Nadie respondía.

Resignado, abrí la puerta y lo que encontré fue un paquete de mis dulces favoritos y al lado de ellos una nota. Los agarré y los puse encima de mi escritorio. Era la primera vez que alguien me dejaba esto. No era Jimin porque me lo daba en persona y no conocía a otra persona.

Agarré la nota y la leí.

Lo siento si le hice sentir mal, pero siento su dolor, hyung. Compré sus dulces favoritos para que dejara de estar triste.

Con amor, Jk.

How do you sleep...? KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora