Huye

001

Miraba al techo oscuro, deseaba no haber entrado a esa escuela, pero ya se encontraba dentro. Miró su casillero y maldijo en su mente al ver quiénes eran sus compañeros, debió escuchar a sus hermanos en aquel entonces, tantas advertencias que le parecieron estúpidas para que al final resultarán tener razón. Los murmullos de múltiples personas de su edad recorrían todo el pasillo, una vez más, debió escuchar a sus hermanos. Ellos sin excepción alguna le decían que debía evitar todo lo posible por ir a la U.A y sin embargo, ya tenía un cuarto bajo su nombre y un horario en ella, miró a sus compañeros, cada quien era independiente, cada uno pertenecía a un grupo, mientras él solo pasaba el tiempo solo en receso, clases e incluso cuando salía a pasear.

Pero era mejor que tener un problema como Fuyumi le repetía que tuviera, nunca entendió porque ellos le tenían un odio a esa escuela, pero tampoco buscaría respuestas. Miró a su alrededor para abrir la puerta y ver que todos los demás ya estaban en su lugar, tenía suerte de haber llegado antes que el profesor, tomó asiento y se escondió en uno de sus libros. La clase comenzó cuando su profesor de inglés llegó, no le gustaba esa materia, era algo aburrida para él. Todo seguiría tranquilo si el profesor no se hubiera ido por una junta, se tenso al instante, no hablaba con nadie así que era incómodo cuando todos se ponían en su grupito y él solamente veía o escuchaba desde lejos, hasta que fue tocado en el hombro de la nada.

— Perdón, no quise asustar — le murmuró el adolescente de pelo verde.

Shōto asintió sin darle mucha importancia.

— Bueno, el profesor dijo que hiciéramos equipo y te veías solo, así que no se si quieres estar en el nuestro — el ojos esmeraldas volteo a ver sus amigos, Iida y Uraraka, que desde la distancia dieron un leve saludo con la mano.

— Sí — respondió seco el bicolor.

Midoriya se sintió incómodo pero solo le agradeció y fue en dirección de sus compañeros para avisar que el equipo estaba completo.

Las horas pasaban, las voces indistintivas también, comer, participar, escuchar y escribir era lo único que hacía en el ese horrible lugar. No había nada, aunque el tampoco lo intentaba, porque no le importaba realmente. Miró su celular para luego ver la hora, solo le faltaban dos más para salir de ese asqueroso lugar, solía esconderse en una parte de los edificios abandonado y apunto de demoler de la sección B. Según le contó Natsuo, un chico de 16 años había tomado la decisión de suicidarse por el constante acoso escolar que vivía todo los días, otra versión contaba que era porque sus padres lo maltrataban.

Aunque preguntará cuál es la historia real, no le dirían nada, porque cada quien cuenta una versión diferente.

Regreso a la realidad al escuchar crujidos, se levanto pensado en que se trataba de algún gato callejero, pero cuando vio como era un grupo de matones que tenían a una chica, estuvo en silencio. Sus ojos se notaron que la chica había sido golpeada de la nariz, estaba a punto de hablar con la intención de amenazarlos, pero cuando vio como el grupo de chicos le rompían la ropa a la chica, quedó inmóvil. Lo siguiente fue lo peor que pudo haber visto alguna vez en su vida, quería moverse, quería ayudarla si podía, pero no lo hizo, su cuerpo se tenso y quedó tieso, solamente veía y escuchaba las súplicas de la contraria para que se detuvieran sin embargo el llanto y grito de la femenina, lo quebró por completo que lo hizo llorar mientras trataba de no ser escuchado.

Se alejo a paso lento de ahí y cuando pudo, corrió hacia los edificios de la sección A con la esperanza de encontrar a alguien que la pudiera ayudar, en un momento se detuvo y pensó, si el decía lo que había visto era más probable que se metería en problemas, lo encontrarían como cómplice solo por haber estado ahí aunque no hizo nada. Fue entonces que decidió mantenter silencio, claro, como si fuera hacerlo, dio la vuelta para correr hacia las oficinas de su profesor y decir lo que había visto sin embargo el adulto no se encontraba ahí.

No lo pensó dos veces y regreso por donde vino para tratar de ayudar a la femenina, cuando llegó, sólo vio el cuerpo tirado en el suelo, la adolescente se abrazaba a si misma y lloraba de forma desgarradora mientras repetía que su cuerpo era sucio y asqueroso. Shōto sólo se acercó a paso lento para luego ver la reacción de la contraria de miedo a que le hiciera algo, Todoroki no hizo más que quitarse la chaqueta de su uniforme para darle al entender a la chica que quería cubrirla, ella acepto sin despegar sus brazos de su cuerpo.

— Esta bien, no tengo la intención de hacerte daño — le murmuró mientras daba la vuelta para que la contraría se abotonara la chaqueta.

La azabache solo siguió llorando, Shōto no quería ver, pero las piernas de la pobre estaban manchadas de sangre, saco un pañuelo y fue a los bebederos lo más rápido que pudo, regreso con el pañuelo mojado y sin más, se lo entrego para que ella misma se limpiará. La adolescente hacia aquella acción con lágrimas silenciosas pero agradecia que ese chico que no conocía, la ayudara.

— Yui Kodai — susurró pero fue lo suficientemente alto para que la escuchara.

— Todoroki Shōto — le respondió para que la azabache lo mirara, sin más, la contraría estaba a punto de guardar el pañuelo pero se detuvo por un si segundos —. Esta bien.

Esas palabras hicieron que Yui se lo regresará para que el bicolor pudiera lavarlo y tratar de quitar las manchas. La femenina trataba de caminar pero el dolor era demasiado que después de unos pasos cayó al suelo, Shōto no objeto nada y solo la cargo.

Lo primero que hizo fue llevarla a la enfermería, la azabache no hizo algún sonido más, solo se quedó viendo al techo por unos segundos para luego quedar dormida. El ojos dispar supo una cosa en ese instante: estaba en problemas. Pero no era eso lo que lo preocupaba, tenía miedo de que uno de esos bastardos lo fuera a buscar, porque él sabe que uno lo alcanzó a ver desde lejos. Apenas llevaba un mes en la academia y ya había ignorado todas las advertencias que sus hermanos le dijeron.

Había jodido su vida escolar en menos de una hora.