The Flash: La leyenda del multiverso

Capítulo 2: Falling

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-ALESS: ¿Y?

-CISCO: ¿Cómo que "y"? ¡Somos el santísimo equipo Flash!

-ALESS: Ya bueno, a mi no me va mucho eso de lo santo.

-CAITLIN: No esperaba esta reacción.

-ALESS: A ver, no es como si fuera un bombazo, creo que quedó bastante claro con el tema de los metahumanos y de que Barry me trajese aquí a super velocidad vaya.

-BARRY: Ahí... Tienes un buen punto la verdad.

-ALESS: En fin, si no os importa me piro .-Dice mientras se da media vuelta para dirigirse a la puerta-. Siento no ser lo que estáis buscando, y os ayudaría a buscar, de verdad... Pero tengo hambre y la cena no se va a hacer sola.

-BARRY: ¿Qué te gustaría comer?

-ALESS: Déjalo, iré a buscarlo yo misma. Además el puesto del señor Sam queda cerca de Star Labs así que pasaré de camino a casa.

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Reconozco que cuando dije eso sabía perfectamente las consecuencias que podía tener, pero supuse que sería divertido ver hasta que punto estaban equivocados conmigo. Todo eso de ser "la elegida" y las movidas que eso conllevaba no era para mi, bastante tenía con lo que había pasado, no quería destacar... Destacar puede acabar siendo una maldición, lo sé muy bien. Aun así una parte de mi se agarraba a esa sensación extraña que se escondía en mi corazón, esa esperanza de que aquello fuese la misión que tenía en la vida, aquello que haría que mi vida tuviese sentido, que justificaría todo lo que había pasado, los demonios que me perseguían, la oscuridad que me ahogaba... Muy poético todo, pero yo no sería de esas, nunca lo era... Y aun así alli estaba, frente al héroe más admirado de Central City, ese que rescataba a una decena de personas a diario, el que podría reescribir la historia misma con sus propias manos, el símbolo de paz... Lo tenía frente a mi ofreciéndome un perrito caliente con una sonrisa de oreja a oreja, siguiendo mis deseos como si pudiese ofrecerle algo a cambio, como si estuviese destinado a servirme. Sentía asco de mi misma por provocar aquello. ¿Quién era yo para recibir tal poder? Una huérfana traumada y con amnesia, no era más que eso. Le miré de nuevo a los ojos, no quería su sonrisa, no la merecía. Con la cabeza agachada y la esperanza de evitar su insistencia le di un último intento a la huida. Quería salir de ahí.

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-ALESS: Gracias, pero no lo merezco. Espero que tengáis más suerte en el próximo intento, de verdad.

-BARRY: No habrá próximo intento. Eres tú, no hay plan B.

-ALESS: Siempre hay plan B, solo cuesta llevarlo a cabo .-Dice yéndose-.

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¿He mencionado ya mi fea costumbre de mirar al suelo mientras huyo? Que mala manía mía. ¿En cuantos líos me había metido ya por eso? Y sigo sin aprender. Cada día estoy más segura de que soy idiota, quizá tanto jugar al LOL me había dejado más tonta de lo que ya era... En fin, tampoco es como si fuese a dejar de jugarlo, al menos no ahora que estaba a punto de subir a Plata. Además, ni que yo fuese el plan A de nadie... Como dijo Paulo Londra, yo no soy el plan A, soy el tercero... O algo así, no sé, Alya fue quien me pegó la canción cuando tuvo su época de música latina. Genial, otro problema más, ahora no solo me sentía fatal por tener al equipo flash tras de mi sino que también se me había pegado la dichosa canción.

Entre pensamiento y pensamiento no pude percatarme de que iba directa hacia mi destino, un pequeño choque sería suficiente para hacer caer el resto de piezas y desencadenar el efecto dominó.