Camp Rock (Shane Gray x F!Reader)

Capítulo 4

Después de darle las buenas noches a Caitlyn, T/n se dirige a su cabaña. Al abrir la puerta, casi choca con Mitchie, que se dirigía a la salida.  Mitchie apenas le da un saludo a T/n antes de que ella continúe saliendo por la puerta y caminando hacia otra cabaña frente a la de ellas. 

Suspirando, T/n entra a su cabaña y ve a su madre en la sala de estar, rodeada de libros de cocina. Al escuchar pasos, Connie levanta la vista de la receta que estaba leyendo. 

—Hola, cariño.

—Hola mamá.

—¿Cómo estuvo el micrófono abierto? ¿Cantaste?

—Fue increíble y para tu segunda pregunta, mamá, ya deberías saber que no me gusta cantar frente a otras personas fuera de esta familia.

—Cariño —dejando su libro de cocina, Connie se acerca a su hija menor—. Tienes una voz tan hermosa y quiero que la compartas con el mundo.

—Lo sé, mamá, es solo que cada vez que estoy frente a la gente, me congelo y me desmayo.

Suspirando, Connie lleva a T/n a sentarse en su cama. 

—Superarás este miedo enfrentándolo. Creo que para el final del verano puedes vencer tu miedo escénico.

Sonriendo ante las palabras de aliento de su madre, T/n la abraza y siente que su madre la abraza. 

—Gracias, ahora que Mitchie se ha mudado de la cabaña, significa más espacio para el baño. Así que voy a tomar una ducha y a dormir, mamá.

—Está bien, cariño. Será mejor que descanses para el primer día de actividades del campamento.

Agarrando su bolsa de artículos de tocador, T/n entró al baño. Se quitó la ropa y se metió en la ducha. Mientras se duchaba, T/n se preguntó por qué Mitchie mentiría sobre el trabajo de su madre. 

¿No estaba orgullosa de su madre y de todo su arduo trabajo? T/n entendió que Mitchie quería encajar, pero mentir para impresionar a algunas chicas no lo estaba bien. 

Cerrando la ducha, T/n agarró su toalla antes de cambiarse su camiseta de la banda Connect Three y un par de shorts negros. Después de cepillarse y secarse el cabello, cepilló sus dientes rápidamente, escupe la pasta de dientes sobrante en su boca en el fregadero. Suspirando, apaga la luz y sale del baño. Caminando hacia su cama, T/n le deseó buenas noches a su madre y escuchó una débil respuesta. Subiéndose a las sábanas, se entierra en sus mantas, su día agotador la alcanza y la envía al reino de la oscuridad en segundos.

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A las 7:00 a. m. de la mañana siguiente, T/n se levanta y trabaja en la cocina. El desayuno fue fruta, tocino, tortitas o gofres y tostadas. A las 7:15, Mitchie entra por la puerta, saludando a T/n.

—Hola T/n.

—Hola Mitchie. ¿Cómo está la nueva cabaña?

—Es genial, estoy muy triste de que no hayas venido conmigo.

—Bueno, no quiero mentir para gustarle a la gente —T/n responde, enojada.

Haciendo una mueca ante el tono de su hermana, Mitchie mira hacia arriba con el ceño fruncido. 

—Ok, sé que no estuvo bien, pero estaba cansada de ser solitaria. Quería encajar.

—Y lo entiendo, pero alguien va a descubrir la verdad.

—Lo sé, pero no le digas a nadie, está bien. Solo acepta que tenemos una madre súper rica por mi bien, por favor.

T/n se gira para mirar a Mitchie, que tenía ojos de cachorrito, con la esperanza de que su hermana esté de acuerdo.