Declaración

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Narrador

Ambos chicos estaban nerviosos, pero Craig sabía que si él no tomaba la iniciativa, la situación seguiría extendiéndose.

"Kyle..."

"Craig..."

Dijeron al mismo tiempo. Pero esta vez, este intercambio de nombres no fue seguido por el típico "habla tú primero" "no, tú empieza" "que no, tú hazlo". Esta vez los chicos estaban determinados, especialmente el pelinegro, por lo cuál decidió iniciar la conversación.

"Kyle" Repitió Craig. "Creo que necesitamos hablar... más bien quiero decirte sobre algo muy importante". El pelirrojo asintió ansioso. "Ven, sentémonos" Le señaló en dirección al suelo, frente al televisor encendido.

Tucker luchaba por encontrar las palabras adecuadas para confesarle su amor a Kyle, pero estaba tardando un poco.

Pequeño silencio

"Me gustas, Craig" Dijo después de un rato el pelirrojo con una voz suave mientras miraba fijamente la pantalla de la TV, dando inicio a su confesión. "Me gustas mucho desde hace un tiempo. No he podido quitarte de mi mente. Había intentado decirte esto antes, pero no tenía el valor para hacerlo..."

Craig estaba en shock por la repentina valentía de Kyle y su confesión. Él pensaba que sería el primero en declararse, pero el pelirrojo se le adelantó.

Por su parte, Kyle tampoco podía creer que finalmente lo había hecho. Le había declarado sus sentimientos a Tucker (Por fin).

"...Cada vez que te veía en el liceo me daba vergüenza hablarte... me haces sentir tímido, haces que mi barriga sienta las típicas mariposas, me haces sentir vulnerable pero no de mala manera, y sobre todo, me haces sentir feliz con solo mirarme o sonreirme..." Prosiguió Broflovski dejando salir todo lo que tenía guardado en su interior, sin dejar de mirar la pantalla.

En la mente de Craig había un montón de fuegos artificiales escribiendo la palabra "AMOR CORRESPONDIDO", no podía contener esa mezcla de nervios, alivio, amor, emoción, ganas de abrazar al pelirrojo, etc.

"¡Tú también me gustas mucho Kyle!" Interrumpió el pelinegro algo emocionado con su corazón acelerado. "Es un sentimiento mutuo... yo tampoco he podido sacarte de mi cabeza... solo pensar que quizás te gustaba alguien más me ponía muy inseguro. Me encanta verte en el liceo, encontrarnos en los pasillos, pasar el tiempo juntos... me enamora tu sonrisa, tu mirada, tu cabello, tu esencia, tu preocupación... eres muy especial para mí..."

Ambos chicos conectaron sus miradas y soltaron una pequeña risa nerviosa.

"Entonces..." Dijo Kyle.

"Entonces..." Continuó Craig. "¿Me harías el honor?"

"¿El honor de que?" Bromeo Kyle, más relajado luego de la declaración.

"Ya sabes..." Dijo el pelinegro sonrojándose. "¿Serías... serías mi novio?" preguntó desviando su mirada.

Ambos estaban sonrojados. No podían creer que el momento con el que ambos habían fantaseado finalmente había llegado.

"Me encantaría" Respondió el pelirrojo sonriéndole a Tucker.

Se quedaron en silencio, mirándose, sonriendo nerviosos, admirando a la persona que tenían enfrente, al dueño de sus sentimientos.

"Bueno, entonces... Somos novios oficialmente" Dijo Craig muy calmado. "BIEN CONCHETUMAREEEEEE YAJUUUUUUU!!!!!!! SOMOS NOVIOS!!!!! SI SE PUDO!!!!!" gritó el pelinegro con su puño en el aire, riendo y celebrando como si su equipo de fútbol favorito hubiera ganado el mundial.

Ambos rieron ante tal celebración tan explosiva de parte de Tucker.

Cuando las risas se calmaron, el pelinegro puso su mano sobre la de Kyle. Se miraron a los ojos aún sonriendo mientras se acercaban poco a poco. Se acercaba el esperado desenlace de esta declaración.

En sus sueños, el pelirrojo había juntado sus labios con los del pelinegro en numerosas ocasiones. Sin embargo, nunca podía recordar la sensación que tenía en su mundo onírico. Esta vez por fin se cumpliría ese deseo en el mundo real.

Estando a un centímetro de distancia, ambos chicos cerraron los ojos y sellaron su declaración de amor con un beso tan tierno, dulce y lleno de ilusión que los hizo flotar y quedar congelados en el tiempo, cómo si estuvieran en una dimensión en la que existían sólo ellos dos.

En ese beso, que parecía eterno, Craig tomó la mejilla de su pelirrojo para sentir su piel suave en sus manos. Por su parte, Kyle pasaba sus dedos por el sedoso y oscuro cabello de su novio. Poco a poco ese beso fue tornándose cada vez más intenso, sus respiraciones más agitadas, y sus cuerpos estaban prácticamente pegados.

Kyle estaba de espaldas en el suelo con las piernas abiertas y Craig encima suyo. Podía sentir el peso del pelinegro sobre él, pero le encantaba esa sensación, su calor, su aroma, sus besos. No quería que ese momento terminara, estaba embriagado de deseo, por lo que abrazaba al pelinegro acercándolo más a sí mismo, como si no quisiera dejarlo ir.

Por su parte, Craig estaba cada vez más cegado por ese deseo de devorar al pelirrojo. Estaba sobre él, besándolo, y abrazando su cintura con un brazo para acercarlo más hacia él, mientras con el otro brazo sostenía su peso contra el suelo para evitar aplastar a su novio.

Sus besos cada vez más intensos dejaban sólo minúsculos intervalos de tiempo en los que tomaban aire y soltaban algunos quejidos para luego proseguir con su apasionada demostración de amor.

"Ah!" Gimió Kyle. "Debemos detenernos..." Dijo recobrando la cordura luego de sentir en su entrepierna la notoria erección de su novio. No quería que llegaran a hacer "eso" en el día en que se declararan su amor.

"Si, lo siento.... me dejé llevar" Respondió el pelinegro incorporándose, tomando aire y soltando una risa avergonzada.

"Yo también..." Rió nervioso Kyle. "Tomémoslo con calma.... ¿sí?" Le sonrió a su novio, acariciando su mejilla.

"Por supuesto" Respondió Craig hipnotizado por la mirada de su pelirrojo. "Sólo te robaré el último" Rió y le dio un pequeño beso en los labios. Ambos rieron sonrojados y se dieron un abrazo.

"No sabes lo feliz que estoy, Craig" Dijo Kyle mientras se abrazaban. Al escuchar esto, Craig apretó más el abrazó.

"Yo también Kyle... Quisiera que este momento fuera eterno" Respondió el pelinegro suspirando.

Así permanecieron por algunos minutos hasta que se soltaron.

"Bueno, ya veo que te calmaste..." Dijo Kyle con un pequeño tono burlesco mientras apuntaba a la entrepierna de Craig. "¿Te parece si jugamos en la Xbox?"

"¿Qué estabas mirándome, travieso? ¡Mente sucia!" Rió Craig. "Está bien, ¡yo elijo el juego!" dijo levantándose del suelo y corriendo hacia el cajón donde tenía todos sus juegos. Kyle no pudo evitar reír al verlo como un niño pequeño peleando por ser quien decidiera a qué iban a jugar.

El resto de la tarde transcurrió llena de risas, pequeños besos y abrazos. Los chicos jugaron en la consola, vieron películas en la sala de estar cubriéndose con una manta y también cocinaron algo de comida para llenar sus barrigas cuando el hambre les atacó.  Nada podía arruinar ese momento perfecto.


¿O sí?

Serías mi novio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora