Oveja Blanca

capítulo 77

Aquí estamos. Un poco enfermo hoy. Solo mi suerte.

Beta: Tonto universitario

Arte de portada: Kegi Springfield

capitulo 77

La mañana amaneció brillante, temprano y con una dosis de Qrow despertándose a gritos.

Jaune pensó que lo había manejado bien, rodando fuera de la cama, golpeándose la cabeza contra el suelo de madera y cortando la lámpara de noche por la mitad con Crocea Mors. Oscar, mientras tanto, se acurrucó bajo sus sábanas presa del pánico, hasta que tosió significativamente, se liberó lentamente y se paró en la cama como Ozpin.

"Crow..."

"L-Lo siento, Oz. Pesadilla".

"¿Pesadilla, Qrow? ¿Tú? Regularmente matas a tu parte de Grimm".

"Hay algunas cosas con las que no puedes luchar..." Los ojos de Qrow estaban distantes, vacíos. Se subió las sábanas hasta la cintura y las apiló a propósito sobre su entrepierna, gimiendo.

Jaune se quejó, sin sentir ninguna simpatía mientras se dirigía a la puerta e informaba a las chicas, todas en varios estados de cabello desaliñado, todas enojadas por ser despertadas y arrastradas a los pasillos, con las armas listas, que Eso fue una falsa alarma. Ruby refunfuñó y se alejó, mientras Nora empezaba a roncar contra la pared y Yang pisoteaba con furia, mientras su brazo de Grimm, Yin, lo saludaba alegremente. Jaune lo devolvió.

No había mucho para volver a dormir después, para los chicos de todos modos. Jaune bajó las escaleras y sonrió cortésmente a la antipática mujer que preparaba el desayuno. Un huevo, una rebanada de pan tostado quemado y las lonjas de tocino más pequeñas que jamás había visto, presumiblemente del cerdo más tacaño de Remnant. Pidió dos y sirvió un plato sobre el otro, haciendo un verdadero desayuno. Mientras lo llevaba al área de comedor, notó que era lo mismo que casi todos los demás clientes habían hecho.

Comer era mecánico, automático. Sus ojos recorrieron la multitud, en busca de mechones de cabello rubio que pudieran representar a una de sus hermanas, especialmente a Coral. No hubo ninguno.

"Las cosas son bastante emocionantes por aquí, ¿eh?" preguntó Oscar, sentándose a su lado. A diferencia de Jaune y todos los demás, Oscar había sido demasiado ciego, o tal vez demasiado educado, para cuestionar al cocinero sobre la falta de comida. Su plato estaba muy vacío.

"¿Es este Oscar con el que estoy hablando u Ozpin?" preguntó Jaune.

"Oscar por ahora. Encantado de conocerte". Oscar le tendió la mano y Jaune se la estrechó. "Aunque Ozpin todavía está escuchando. Y comentando. Siempre está comentando". La cara del joven cayó dramáticamente. "Él nunca se detiene..."

Jaune asintió con simpatía. No tenía idea de cómo debió haber sido eso, pero imaginó que sería como si Remy fuera infinitamente más molesto, exigente y, en general, sintiera que debería estar a cargo de su cuerpo.

" No estoy seguro de tener la paciencia para aguantar todas las cosas que haces..."

" Gracias", respondió Jaune. "¿Qué pasa contigo, de todos modos? Has estado callado últimamente".