Oveja Blanca

capítulo 48

Aquí vamos.

Beta: Tonto universitario

Arte de portada: Kegi Springfield

capitulo 48

Yang ajustó el vestido negro en su cuerpo y se miró en el espejo. Como había esperado en el momento en que lo vio, se veía hermosa. Sus curvas estaban allí, afinadas por el ejercicio y el trabajo duro, pero el vestido las dejaba suaves y maduras, la tela abrazaba sus costados aunque provocaba e insinuaba, pero no mostraba nada demasiado escandaloso. Su maquillaje, solo un ligero toque aquí y allá, la complementaba a la perfección.

Todo estaba listo… excepto ella, obviamente. Si lo hubiera estado, ya habría estado allí y no se habría escondido en su habitación como la cobarde que normalmente no era.

"¿Qué te pasa, niña?" le preguntó a su reflejo. "Si vieras a Ruby haciendo esto, tú mismo la arrastrarías al baile".

Su reflejo no tenía excusas.

Realmente debería haber estado allí para ver llegar a Ruby, aunque solo fuera para poder capturar el momento feliz en su memoria y también en su pergamino, y enviárselo a papá más tarde. Esta sería la primera cita de Ruby y eso era algo importante, sobre todo porque era con alguien que le gustaba como amigo. O, bueno, más que un amigo por así decirlo.

Esa fue la verdadera razón por la que siguió dudando incluso después de que Blake, Ren y Nora se fueran, todo sin ningún orden en particular. No era que estuviera nerviosa por conocer a la persona que le había regalado un vestido tan hermoso, lo estaba, pero era un nerviosismo lo que le aceleraba el corazón, no el dolor de estómago que la paralizaba ahora. Ni siquiera era que le preocupara lo que la gente pudiera pensar de ella por ir sola, ya que en realidad no le importaba eso de ninguna manera. La gente podía pensar lo que quisiera sobre ella; a ella solo le importaba lo que pensaran sus amigos.

No, la verdadera razón era obvia.

No quería ver a Ruby con el hombre que le gustaba...

"Amado", susurró Yang, con los ojos cerrados. Se sentía estúpido mentir sobre eso ahora, especialmente en el último momento. "Maldita sea, Yang. ¿Cuándo fuiste y decidiste enamorarte de alguien?"

La respuesta fue que no lo había hecho. Demonios, había estado tan decidida a no hacerlo que apenas se dio cuenta cuando lo hizo. Tch, pensé que los tipos de chicos que me gustaban eran gente como Achieve Men, cantantes atractivos o atletas. No tipos torpes que dicen cosas sin pensar. No importa cuán dulces fueran esas cosas, o cuán honestas pareciera cada una de sus acciones.

Se miró en el espejo.

Su reflejo le devolvió la mirada.

"Maldita sea, Yang..."

No importaba. Las cosas no siempre funcionaban y la gente lo vivía todos los días, su padre era un buen ejemplo. Jaune y Ruby estarían genial juntos y ella encontraría a alguien más de quien enamorarse, tal vez incluso el chico que le había comprado un vestido tan hermoso. Si me enamoré una vez, entonces puedo volver a hacerlo.

Además, solo tuvo que bailar la mitad del evento. Weiss se había ofrecido a tomar el primer turno y ella se encargaría del segundo, dejándola mezclarse durante la primera hora más o menos, luego trabajar el resto, antes de que pudiera jubilarse cerca del final y dejar que todos se divirtieran. Sin alboroto, sin drama y sin más corazones rotos.