Como era de esperarse, la ceremonia de graduación duró alrededor de 40 minutos, cada estudiante recibió un diploma a excepción de los más problemáticos. Cuando llegó el turnó de Yeonjun todos se levantaron a aplaudirlo, siendo qué esté también era el más querido de toda la institución, nadie podía decir qué esos ojos miel, con una linda sonrisa no se le hacía lo más lindo y tierno del mundo, con eso logró ganarse el corazón de los presentes en la sala.
Caminó con sus piernas algo temblorosas debido a la emoción, respiro hondo para aliviar los nervios, tomó entre sus manos el papel qué afirmaba su graduación con una sonrisa logrando qué más aplausos se hicieran presentes. Había vuelto a su asiento al escuchar qué él director diría algo de suma importancia.
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Beomgyu estuvo 15 minutos observando a todos desde uno de los rincones, su semblante estaba serio y mirando con envidia y enojo a su hermano. Siempre lo había detestado, claro tenía sus razones, Yeon era el "chico perfecto", estudiaba la mayor parte del tiempo para tener unas notas altas, era amistoso y sociable con las personas, nunca había recibido un regaño por parte de sus padres y lo más importante, era amado por la mayoría, a comparación de Beom qué era un rebelde, vivía castigado en su casa, se llevaba mal con cualquier gente qué conociera, sin olvidar qué sé alejaban de él por sus pensamientos algo...algo raros. Podrían pensar qué serían los pensamientos típicos, pero los suyos consistían en algo más macabro qué nadie se atrevería a enfrentar.
Salió de su trance al oír el rechinar del micrófono en el escenario, no le importaba escuchar lo qué estaban diciendo pero al escuchar su nombre puso su mejor sonrisa (qué se veía algo forzada) para pasar y estar al frente de toda esa multitud, solamente se volvió una sonrisa genuina al ver la cara de terror qué Yeon tenía en su rostro.
- Hermano...?
susurro yeon casi inaudible, a esepcion del choi menor qué logró escuchar sus palabras.
bien, si hay errores de ortografía avisan, otra vez escribí rápido, en fin, txt los amo vengan a latam.
